preludio in crescendo

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Leo

"pocas cosas son tan odiadas como la verdad".

Cada noche antes de dormir me repetía lo mismo, acurrucado en mi departamento y mirando las estrellas que se colaban por la ventana, o sentado en un balcón con un cigarrillo entre los labios, me murmuraba la misma frase una y otra vez, convencido de que esta ves me la creería de verdad; Ya dicen que una mentira dicha mil veces se convierte en realidad, en mi caso me bastaron unas cuantas y un repertorio lleno de partituras, canciones y sueños vacios para convencerme.

Regrese a mi departamento como cualquier otro día, de no vivir allí cualquiera diría que esta abandonado hace tiempo, (el olor a cigarrillo se expandió llenando todo el lugar y mezclándose con el polvo de los instrumentos)

-"pocas cosas son más odiadas que la verdad"-, pensé mientras me dejaba caer en el suelo, seguía repitiendo la misma frase una y otra, y otra vez...

-Leo, ¿por qué no has llegado?

-¿de qué hablas?, y ¿por qué me estas hablando a esta hora, es media noche?

-¿media noche?, son las 11:00 am y tenemos examen hoy...
¿Leo?, ¿Leo?

Para el segundo "leo" ,ya estaba corriendo fuera de mi apartamento, tome el autobús, y cuando llegue a la clase faltaban 5 min para que el examen terminara, por lo que preferí ni siquiera entrar.

Tome mi teléfono y comenzé a caminar sin tomarle importancia al resto de las cosas, hasta llegar a una sala de música repleta de instrumentos.

¿Qué hago aquí?, ¿Esto es nuevo?, nunca antes había entrado.

No me olvides Where stories live. Discover now