capítulo 14. Más que un chico 4ta. parte (Final del maratón)

Start from the beginning
                                    

- Es una igualada, no sabe quien manda en este castillo, enseñémosle...
- no, ella es mi amiga...
- no, es un mujer que intentará enamorarte y romperte el corazón, asi que te recomiendo que la endereces, antes de que ella te doblegue a tí...
- ella tiene que saber quien manda...

Mas tarde, me dirijo a la habitación de Luciana, me gustaría platicar con ella.

Al entrar, veo que todo es muy tierno y aniñado para su edad. Ella se encuentra sentada en una especie de escritorio blanco y me acerco a lentamente.
De la nada, millones de imagenes de ella desnuda se vienen a mi mente y retrocedo un poco.
La miro con mas atención, y cabe admitir, que tiene lo suyo.

- Dios Dominnick controla tus impulsos, es tu amiga...

Tardo unos segundos en borrar su mirada de placer bajo mi cuerpo, sus labios inchados por mis besos y su piel de gallina por mis caricias.

- ¿Luciana?- la llamo y esta voltea, al verme se le pinta una sonrisa.
- Hola Dommy- me saluda y se levanta de la silla.
- ¿Te gusta tu habitación?- le pregunto señalando el lugar.
- Un poco, es aniñada, pero antigua, es linda- me responde y se sienta en la cama.
- Bien- digo un poco confundido.
- ¿Dónde está Lussian y Remien?- me pregunta y mi rostro se comenzó a retorcer.
- Ya no viven aquí- me limito a contestar.
- Oh, que mal, ¿Y tu mamá? - me pregunta curiosa.
Chica curiosa, excelente.
- Con ellos en Francia - le respondo y me siento a su lado.
- Oh, entonces, ¿Vives solo aquí?- me pregunta y se sienta de una forma extraña cruzando las piernas.
- Si, desde hace casi 5 meses - respondo un poco incomodo.
- Oh, que mal, pero asi es la vida- me dice y se levanta.
- ¿Y tú? ¿Qué has hecho de tu vida todos estos años? - le pregunto.
- Pues todo iba bien hasta que entre a la preparatoria, conocí a un chico que creía amar, hasta que me di cuenta que solo me quería por sexo, fumábamos hierba e incluso robábamos, cosa que me arrepiento de haber hecho, profundamente - dice dramatizando la palabra "profundamente" y se toca el pecho - mamá se enteró y me mando con mi abuela, a mi antigua vida, con mi viejo amigo, donde siempre pertenecí - concluye. Yo solo me quedo sorprendido.
- Vaya que las apariencias engañan - le digo y ella hace una cara extraña.
- ¿Y tú? ¿n no entregas tu florecita?- me pregunta y golpea mi hombro.

- Horrible pregunta...

- Si, ya lo hice- le contesto y me recuesto en la cama.
- ¿Enserio? ¿Y no me esperaste a mí?- me pregunta ofendida.
La miro sorprendido y ella solo sonríe.
- Recuerdo cuando me tocabas- me dice y se acuesta al lado mio.
- Eran etapas de nuestros cuerpos , era normal- le digo intentando justificarme.
- ¿Y aún estás en esas fases?- me pregunta y me mira.

- Esta chica es distinta, pensé que era una dulce niñita, por lo visto, me equivoqué...

- Aveces- le contesto y ella me mira de manera extraña, me mira, ¿excitada?
Se va acercando poco a poco a e intenta tocar mi rostro, pero soy mas rápido y la dejo debajo de mi cuerpo.
- No eres lo que esperaba- le digo y ella sonríe.
- ¿Y tú eres lo que espero? - me pregunta y muerde su labio.
- No te imaginas en lo que me he convertido- le contesto seductor.
- Enséñame- me responde y toca mi miembro sobre mi pantalón.
- Conocerás el cielo y el infierno a la vez- le digo y atrapo sus labios con los mios, y la beso con deseo.
- Me gustaría conocer costumbres distintas- me susurra al oido y eso me hace despertar algo en mi interior.
- Conocerás cosas distintas- le afirmó y continuo besándola.

...............................................................

-¿Quién es amo? - le pregunto después de azotarla.
- Usted señor- me responde asustada.
- Buena chica- le contesto y comienzo a penetrarla.
Sus gemidos comienzan a descontrolarme y comienzo a acelerar.
Despues de soltar un grito mas, llega al clímax y me corro en su interior.
Al terminar la desato y comienza a sobarse las muñecas.
- ¿Estás bien?- le pregunto después de recuperar el aliento.
- Si, solo que es extraño- me responde y se comienza a vestir.
La sesiones con ella son distintas, son mas casuales, solo sexo y nada más.
- ¿Extraño?- le pregunto.
- ¿Te gusta hacer daño? - contesta con otra pregunta.
- No soy el mismo Luciana, he cambiado- le digo mas serio. ¿A dónde quiere llegar con esto?
- No eres lo que esperaba, te convertiste en un sádico, y me da miedo convertirme en una sadomasoquista, por que todo esto, me gusta mas de lo que quisiera, me gusta que me lastimes, que me golpees, y realmente, me desconozco - me dice con temor, para luego tomar su ropa e irse de la habitación, dejandome completamente confundido.

En cuanto los días pasan, Luciana se hace mas distante y callada. Al intentar conversar con ella, simplemente contesta:
- El personal no deve tener relación alguna con sus superiores - y se retira rápidamente. Nueva regla.
Ella se lo busco, pero bien, si así serán las cosas, dejaré de verla como amiga.

Estoy en el comedor, esperando la cena.
- ¿Pero que diablos pasa? - me pregunto a mi mismo y me levanto para ir a la cocina.
Al entrar veo a Luciana de espaldas haciendo algo rápidamente en el lavabo.
- ¿Por qué no está lista la cena? - le pregunto molesto y ésta se asusta al oirme.
Al voltear me mira con miedo.
- Lo siento señor, en un momento la sirvo.
- ¡YA NO QUIERO NADA, ERES UNA INÚTIL! - le grito y me acerco a ella.
- No me lastime por favor- le dice y se protege con sus manos.
¿Dónde está la Luciana de hace unos días?
- ¡Quisiera lastimarte para enseñarte que debes cumplir con tus deberes- exclamo molesto y golpeo la isla de la cocina.
- Lo siento- se disculpa e intenta evadirme para sacar algo de la alacena.
- No deviste ponerte en esa posición- le digo y la tomo de la cintura.
- ¡NO POR FAVOR!- grita al sentir mis manos su cuerpo y comienza a temblar.
- ¡CÁLLATE!- le contesto y empujo hacia el frente.
Ella comienza a forcejear, pero no hace nada.
- Desde el momento que entraste a mi casa, te haz vuelto completamente mía, ¿Me has entendido? - le susurro al oido y la jalo del cabello.
- si señor - me responde Está ves excitada, baja lentamente sus bragas y se coloca ante mi. ¿En qué la he convertido?
La penetro y la golpeo sin parar, ella sólo pide más y más, su piel se pone roja al hacer contacto con mis manos, le gusta que la golpeen y yo, le daré lo que desea...

No puedo controlarme, se ha vuelto parte de mi, se ha vuelto mi esencia, se ha vuelto la manera de recordarla, pero a la vez olvidarla, y Luciana, es la indicada...

Si amoWhere stories live. Discover now