Uno; 2015

1K 102 323
                                    

—Madre mía Nikki... —comentó Leah al entrar a su habitación— Menudo culo te hace ese vestido.

Ella rió por el comentario de su mejor amiga y agitó la cabeza, antes de centrarse en aplicar aquel pintalabios color granate en sus labios.

—Eres una exagerada —dijo finalmente mientras guardaba el pintalabios.

—¿Exagerada? —Alzó ambas cejas— Ya veremos si Justin piensa lo mismo cuando te vea.

Un suspiro se escapó de los labios de la rubia mientras rebuscaba en su neceser, en busca de un iluminador.

—Sabes de sobras que Justin no me ve de esa forma —dijo cuando al fin lo encontró.

—Pues porque está ciego —dictó la morena sentándose en la cama—. No me puedo creer que no se dé cuenta de la chica que tiene delante de sus narices.

—No le intereso y ya —Se encogió de hombros—. ¿Podemos cambiar de tema?

Detestaba hablar de aquello. Después de tanto años siendo amiga de Justin era bastante consciente de que él nunca se plantearía llevar su relación un paso más allá, no era necesario que se lo estuviesen recordando a cada momento.

—¿Te falta mucho? Ya sabes que la casa de Nate pilla algo lejos.

Era fin de año y, aprovechando que para las fiestas todo el grupo había vuelto a Stratford y los padres de Nate estaban fuera de la ciudad, celebrarían una fiesta en su casa para despedirse del año por todo lo alto.

—Ya estoy —aseguró tras darse los últimos toques de iluminador.

Recogió todo lo que había utilizado y lo guardó antes de coger una pequeña mochila con sus cosas —ya que pasarían allí la noche— y su largo abrigo. Cogió su móvil para guardarlo en uno de los bolsillos y vio que había recibido un mensaje por parte de Justin, preguntándole si iban a tardar mucho. Para no ir con tanto coche se habían dividido y como Leah, Justin y ella vivían en la misma calle irían en el coche del chico. Mientras salían de la habitación le envió una respuesta, diciéndole que las esperase en su coche. Justin vivía en la casa de al lado, así que, si su madre no las entretenía mucho, apenas tardarían un par de minutos en llegar.

—¿Os vais ya? —Les preguntó su madre esperándolas al pie de las escaleras.

—Sí, Justin nos espera. —Acomodó mejor el asa de la mochila sobre su hombro.

—¿Lo llevas todo? —Le preguntó mirando la mochila.

—Sí, lo he revisado dos veces. —Le aseguró.

—¿Llevas el cargador del móvil? Mira que como...

—Mamá, estaremos en casa de Nate —Le recordó sonriendo levemente—, en caso de que se me acabe la batería llamaré desde el teléfono de su casa o le pediré un cargador a cualquiera de los chicos.

—Está bien —Asintió—. Yo me iré a casa de los abuelos en nada.

—Pasadlo bien. —Le deseó antes de besar su mejilla, sacándole una sonrisa.

—Vosotros también.

—Muchas gracias, Kate. —Le agradeció Leah antes de abrir la puerta.

—Adiós. —Nicole le dedicó una pequeña sonrisa a su madre antes de cerrar la puerta.

Para algunos personas podría ser algo agobiante que su madre fuese tan sobreprotectora, pero Nicole ya estaba acostumbrada a ello; siempre había sido así, siempre habían sido solo ellas dos.

Frente a la casa pudieron ver el coche de Justin aparcado y ambas recorrieron el corto camino entre la puerta y la acera. Leah se metió directamente en la parte trasera, mientras que Nicole lo hizo delante, en el asiento del copiloto.

Last Christmas • jb [o.s]Where stories live. Discover now