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—Ahh... —suspiro —, Adoro comprar los mejores espejos en la mañana. —

El narcisista de cabello naranja y de ojos azules dio un beso al espejo que reflejaba su reflejo.

Recién había comprado un nuevo par de espejos con bonitas decoraciones de plata y oro para su habitación.

—Espero que Tom no los rompa esta vez —hizo una mueca de disgusto —, Ese chico ya debe tener muchos años de mala suerte. —

Su mueca de disgusto desapareció al ver a su amigo de sudadera verde al salir por la puerta de su hogar. Estaba a punto de gritarle hasta que se dio cuenta que su amigo se estaba yendo.

Curioso, opto por seguirle sin ser descubierto.

«Me pregunto a donde va... »pensó al esconderse en un arbusto.

El castaño de sudadera verde paro de caminar al sentir una extraña sensación, al mirar atrás, noto como pocas personas caminaban en la acera para ir hacia distintos lugares.

Encogiéndose de hombros, continúo caminando hacia el hospital.

«Extraño, pareciese que no quiere que lo sigan. »

El joven peli naranja salió de su escondite para volverle a seguir.

Todo el camino fue muy tranquilo, Edd nunca volvió a mirar hacia atrás y al mirar su bolsa negra no pudo evitar reír por lo que tenía en mente.

«¿Dónde ira? »entre cerro los ojos «, ¿Acaso comenzó a trabajar como agente secreto?»

Sus múltiples preguntas se contestaron rápidamente después de haberlo visto entrar al hospital, aunque ahora una nueva pregunta surgió.

«¿El hospital? »cabeceo «, ¿Edd tiene algún familiar aquí? »

Aun confundido prefirió no perder de vista su amigo.

Con pasos veloces, camino hasta la entrada en donde logro ver a su amigo hablar con una señora de la tercera edad, al entrar, vio como comenzó a alejarse de la recepción para comenzar a caminar hacia el pasillo.

—Sera mejor que me apresure o lo perderé de vista...—susurro para sí mismo.

Al pasar la recepción, estaba a puno de girar por el pasillo hasta que la voz de la mujer llamó su atención.

—Disculpa, disculpa jovencito. —

—¿Si? —

—¿Se puede saber hacia donde vas? —cruzo los brazos.

—Voy a seguir a mi amigo señora —señalo el pasillo.

—¿Su amigo? —se acomodó sus anteojos —, ¿Te refieres a Edward? —

—¿Edward? —arqueo una ceja —, No, yo hablo de mi amigo Edd. —

—Por eso, Edward. —

—No, Edd. —

—Edward es Edd. —

—No claro que no. —

—Está bien, Edd —rodo los ojos—, A él le sigues. —

—Sipi —asintió la cabeza.

—¿Cómo te llamas? —

—Matt—sonrió al señalarse el rostro.

—Oh...—miro la libreta.

La mujer volvió a leer los nombres de los chicos que no podían entrar, había escrito que solamente Edd podía pasar, aunque solamente ella y las enfermeras sabían eso. Solo por si Paul llegaba a preguntar.

Mi olvidado favorito- EddsworldWhere stories live. Discover now