-Yo creo que se esta comportando como un idiota. Y espero que se de cuenta de lo mal que esta hiciendo antes de que sea tarde.

-Yo igual.

-Esa chica no vale la pena, y si Thomas no lo ve, y tampoco se da cuenta la maravillosa persona que tiene a su lado, pues... no sé que viste en él.-dijo haciendome sonreir.

-Gracias.

-Pero dime, ¿Y Enrique? Los niños deben estar muy grandes, no los veo hace casi un año.

-Él es otro tema-suspire.

-¿Pasó algo malo?

-No soy la indicada para contartelo, pero ¿quieres ir a verlo?

-Me encantaria. Y muero por ver a los niños. Dehame abrigo a Mia y vamos.

-Esta bien. Te ayudo.

Los dos nos dirijimos a su cuarto, y mientras él preparaba a Mia, yo preparaba su pañalera.
Blake estaba sentado en la cama observando a Pablo, y ayudando sosteniendo lo que él le pedia y pasandole cosas.

Diez minutos despues, estabamos en mi auto, camino a casa de nuestro amigo.

Cuando llegamos, baje a Blake en brazos, y Pablo bajo a Mia junto con su sillita (enrealidad era de Blake, pero como ya no entraba, pasó a ser regalo de Mia, aunque Pablo aun no tuviera auto, le serviria para sostener a la niña)

Tocamos la puerta, y poco despues, quique abrio la puerta. Me saludo, saludó a Blake, y luego abrazo a Pablo, despues de no verlo tanto tiempo.

-¿Y esta niña tan linda?-casi gritó tomando a la bebé en brazos-Tú debes ser Mia, mirate, eres tan hermosa, te quiero comer a besos-dijo para despues "morder" con sus labios el cachete de la bebé.

-¡Paino!-escuchamos una burbujeante voz, y del pasillo aparecio corriendo Lili, quien corrió a los brazos de su padrino.

Si, pablo era el padrino de Lili, y yo era la madrina de Oliver.

-¡Oli!-escuche a mi bebé, y de inmediato lo vi correr hacia el niño que aparecía caminando tranquilamente por el pasillo, pero que al verlo, también corrió a abrazarlo.

Los tres nos sentamos en el asiento, mientras los niños desaparecian por el pasillo rumbo a la habitación de los gemelos para jugar.

-Que linda niña-Enrique segui con la bebé en brazos, y le hacia muecas y fiestas-oye ¿Por qué no me la regalas? O si no quieres ¿me cambias de hija? Tú te llevas a mi hija, y yo me quedo con la tuya.-bromeó Quique, aunque parecia verdad.

-No, mi hija se queda conmigo. Me muero sin ella. Tal vez me lo piense cuando comience a caminar y sea terrible-siguió la broma Pablo.

Siguieron bromeando, hasta que poco despues, Mia se durmió en brazos de Quique, y la acomodaron en su sillita para que durmiera tranquila.

-¿Cómo anda todo?-preguntó Pablo a Enrique, serio, y tal como lo habia hecho yo hace, tal vez, casi una hora, Quique le contó absolutamente todo para terminar llorando abrazado a él, mientras el rubio apretaba los puños.-Es un estupido, me dan ganas de golpearlo. Espero que se de cuenta de lo que esta haciendo y recapacite-susurro mientras acariciaba su espalda.

-E-es que... yo... no sé... qué... h-hice... mal-habló entre zollosos Enrique, y tomando bocanadas de aire entre cada palabra.

-Tu no hiciste nada mal, tranquilo-susurró Pablo sin dejar de acariciar su espalda, y besó su cabeza.

Estubimos asi unos minutos hasta que la puerta se abrió, y por esta apareció Alex, y atras de él, Natalia.

Alex nos vio, y se acercó, me saludo a mi y luego se acerco a Pablo, ignorando totalmente el estado de su esposo.

Thomas Sangster, El Padre De Mi Hijo ~Segunda temporada~ CORRIGIENDO ORTOGRAFÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora