Adiós, inmundo animal

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-Tenías que ser tú, Manuel Leyton. Tú, el hijo de puta que nos abandonó, dejando a mi mamá con todas las deudas de la casa, y de paso con las personales que tenías –por culpa del alcohol que lleva años bebiendo, a veces prefiriéndolo aun en desprecio de pan-, que eran bastante grandes e impagables para mi madre, y que de hecho seguirían siendo impagables actualmente- quise reprocharle, mas no logré ni siquiera llamarlo por su nombre a la cara. Ni de eso era capaz. Después de tantos años, y pese a ser mi padre, lo veía como a un desconocido, y el solo hecho de que llevara mi mismo apellido me generaba un odio tremendo.

Nunca lo tuve como un Dios o algo así, pero no quería pensar que seguía siendo tan vil y despreciable. Pero pese a mis ganas de fantasear respecto a su situación actual, no podía fantasear, no podía modificar la jodida realidad. Era un criminal, un asaltante, y posiblemente seguía siendo un borracho... quizá aun un drogadicto; sus ojos lo delatan.

Mis ganas de golpearlo eran inconmensurables, mas sabía de antemano que siempre he carecido de fuerza, y con los años he aprendido que, cuando alguien está bajo los efectos del alcohol y/o las drogas, no suele tener consciencia de sus acciones, pudiendo llegar en ocasiones a terminar con la vida de sus seres queridos, o simplemente de gente inocente. Y definitivamente, yo no quería morir, al menos no todavía, así que preferí no provocarlo, bueno, solo lo suficiente.

-¿Ma-Manuel?- logré modular.

-Hijo... Sí, soy yo, lamento decepcionarte, cachorrito mío. No tengo para comer... Estoy en la ruina. ¿Tienes algo para darle a tu padre, cariño?- preguntó con descaro.

-¿Y alguna vez has estado bien económicamente?- cuestioné, sorprendiéndome aun a mí mismo por la dureza de mis palabras, y más que nada por la valentía que tuve para decirle eso a mi propio papá.

-¿Bruno? No sé qué diablos te ha dicho tu madre, pero créeme que las cosas no son como tú crees- aclaró, sorprendido por lo empoderado que está su pequeño.

-¿Ah, sí? ¿Y cómo se supone que son las cosas, entonces?- cuestionó encolerizado, mientras su amigo seguía acorralado por el colega de su padre.

-Este no es el momento ni el lugar adecuado para aclarar las cosas, pero te prometo que me daré un tiempo para ello, y los Leyton cumplimos lo que decimos, ¿no es así, cachorrito?

-Sí, al menos mis hermanos y yo lo hacemos... Y no me diga cachorrito. No sea patudo, señor, de hace rato ya que dejé de ser su hijo... si es que alguna vez lo llegué a considerar como un padre, porque no recuerdo que haya sido muy atento conmigo y mis hermanos en general. Así que no sea descarado y no se refiera a mí con esas palabras, que de hecho suenan rarísimo saliendo de su boca.

-Lo siento, Bruno, no volveré a hacerlo. Ahora, si me permites –dice con sarcasmo-, seguiré con lo mío, y espero de todo corazón que estés bien en el colegio, y que tengas calificaciones de las cuales pueda sentirme orgulloso- informó, sin embargo ambos sabían bien –o al menos Bruno creía y cree saber-, que le da igual cómo vaya en sus estudios, o siquiera si aún está estudiando-.

-Claro que sí, no quiero ser una porquería de persona como usted. Jamás atentaré contra la felicidad de mi madre, y mucho menos la dejaré sola, de hecho he estado aportando en la casa con un trabajo a medio tiempo que me ofrecieron- indicó, refiriéndose a su trabajo de burrito, que obviamente no pretendió sacarlo a tema, y el cual, para suerte de él, a su papá tampoco le generó digno de profundizar.

-¡Qué bien! Mas espero que no descuides el colegio por ello, sino que lo tengas solo como algo temporal, porque no creo que sea la gran cosa. Y esto no lo digo porque crea que no eres de capaz de coger un buen trabajo, sino que porque aún eres un muchacho, y créeme que aun para un joven muy esforzado, es prácticamente imposible lograr un trabajo muy bueno a temprana edad, salvo si ese joven tiene un padre adinerado, o buenas influencias, de lo que careces.

-Lo sé, pero hago lo que puedo, y si le importa al menos un poco su familia, dejará de venir a molestar acá, y de paso permitirá que mi amigo se vaya a su casa- indicó, dándose cuenta de que se había olvidado completamente de su amigo, el cual seguía arrinconado por el otro caballero, que de hecho lo presionaba y extorsionaba cada vez con más malicia. Y de paso, dio por terminado el tema con su progenitor.

-Oh, ¿Es amigo tuyo el muchacho? ¡Suéltalo, Luis! Es camarada de mi hijo- marcó esto último.

-Lo-Lo siento. No lo sabía, Manuel. Ve a casa, chico, antes de que me arrepienta- le advirtió con un tono de voz más bajo.

-Está bien, Luis, ahora vámonos antes de que se nos haga más tarde- dijo a su colega.

-¿Ya llegó, papá?- habló despacio, cuidándose de que sus hermanos no notaran que se escapó de la casa.

-Hijo...- susurró preocupado.

-¿Jaime? ¿Tú sabías que él vendría para acá? Espera, ¿estás aliado con él?- reprochó molesto y sorprendido a la vez.

-Hermano... Lo siento- se disculpó cabeza gacha.

-Solo espero que tengas una buena excusa para la barbaridad que has hecho, y espero no volver a verte con este señor nunca más. De más está decir que has perdido toda la confianza que te tenía, hermano. Lo siento, pero esto es demasiado para mí. Y no quiero volver a verlo jamás, don Manuel, porque para mí, usted ahora sí que está más muerto que nunca. Y ahora sí que se ganó mi odio eterno, porque podría llegar a soportar con el tiempo que fuera un bandido insensible, pero de ahí a que envuelva a mi hermano menor en su desdicha, eso ya es pasarse de la raya. Y no le contaré nada de esto a mi mami, porque no pretendo que le cague la vida una vez más- Adiós, inmundo animal, se despidió de su padre, provocando la risa de Jaime, debido a la referencia que se la ha ido a la cabeza de Mi Pobre Angelito, logrando con ello que la rabia de Bruno se incrementara.

 Patudo: Dícese de quien se involucra en lo que no lo compromete. Relativo a una persona intrusa (Es lo primero que se me vino a la cabeza, quizá después ponga algo mejor).

Pd: Lo siento si a veces encuentran palabras que no conocen, pero de vez en cuando se me escapa uno que otro chilenismo (Chile) e.e

Capítulo dedicado a una persona muy importante para mí de wattpad, y que de hecho se tomó el tiempo para escribir la sinopsis de esta historia, la cual me encantó (:

FALSEHOPE, el lugar en donde tus sueños se destrozan +15 años #OIMAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora