Capitulo 3

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Me levanto más temprano que de costumbre puesto que son las 4:00 am, considerando que me dormí a la 1:00 am puedo decir que tengo tremendo sueño, pero no puedo dormir más, me duele la espalda y los ojos me pican, así que me levanto y voy directo a la ducha, me tomo mi tiempo y para relajarme me ducho a oscuras. Al salir me pongo mi uniforme, me peino y bajo a desayunar, la sirvienta ya me tiene preparado el desayuno

-Avena- dijo la sirvienta al momento que pone una taza con avena enfrente de mí.

-¿De verdad comerás eso? ¡¡Qué asco!!- preguntaron y gritaron las voces con un tono de repulsión. •Es muy rica• pienso pero no es suficiente -¡¡¡asco!!!- gritan todas las voces al mismo tiempo mientras las ganas de vomitar se acumulan en mi garganta, tengo que salir corriendo al baño de nuevo y vomitar, no he comido nada así que solo vomite jugos gástricos, aunque fue suficiente para que me sintiera totalmente satisfecha.

No quiero ver a mi madre, después de lo qué pasó ayer ha perdido todo el respeto, valoración y amor que sentía por ella, así que salgo lo antes posible de mi casa y me dispongo a irme a la escuela.

Una vez afuera me percato de que alguien se está mudando a la casa de a lado, hay cajas y cosas en la parte frontal del jardín.

-Y a ti ¿qué te importa quién se mude?- ellas hablan y tienen demasiada razón: a mí, que me importa.

Llego a la escuela y entro a mi primera clase, no hay nadie en el salón pues es demasiado temprano aún.

Me quedo en la puerta recargada hasta que veo al profesor Robets pasar, miles de cosas pasan por mi mente es como si ese horrible momento sucediera de nuevo, salgo corriendo al sanitario, cuando llegó no puedo más el recuerdo a vuelto a vencerme y las lágrimas caen de mis ojos sin que pueda detenerlas •¡¡¡Ese maldito!!!•

-Sí, es un maldito- escucho el dulce susurrar de ellas- pero tranquila, no dejaremos que vuelva a hacerte nada, lo haremos caer y lo haremos juntas- suena increíble • ¿cómo lo harán?•- lo haremos dentro de poco, lo vamos a- hacen una pausa para enfatizar la última palabra- a matar- se ríen, ríen a carcajadas y no puedo evitar sonreírle al espejo del baño.

Salgo cuando falta 5 minutos para que las clases empiecen, no estoy segura de por qué pero me siento feliz, demasiado feliz, puede que no sea un día tan de mierda como pensé... oh esperen soy yo, seguro será un día de mierda.

No puedo seguir con esto las clases son lo peor, me quiero ir, quiero perderme, sólo con ellas, sólo ellas me entienden, son lo mejor que me pudo pasar, no me arrepentiré jamás todo lo que me hagan hacer, porque sé que lo hacen por mi bien.

-Señorita Liliana ¿qué está haciendo usted, no está poniendo atención?- El profesor de español me está señalando y no sé ni siquiera en qué momento comenzó hablarme, esperen ¿en qué momento comenzó su clase?

-Si profesor estoy poniendo atención- digo intentando recordar que fue lo qué pasó, sus últimas palabras, el tema que abordamos pero nada... es como si fuera despertado de un sueño.

En ese momento la puerta se habré dejando ver a la orientadora de mi grupo •me salve•

-Profesor James, ¿me permitiría unos minutos de su clase para hacer un aviso?- el profesor asiente- de acuerdo, gracias- la orientadora se dirige a nosotros y prosigue- chicos bellos y hermosos, mis amores, mi futuro-

-¿Siempre es así de empalagosa? Qué pena, que horror- hacen el comentario las voces y no puedo evitar tener que morder mi lengua para no reírme a carcajadas.

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