—¡Oh, por favor! Las amigas no se hacen eso Vanessa, no se mienten entre ellas.

—¿Y qué querías que hiciera, eh?—Ahora ella también estaba enojada—. Habías roto con Kim Jongin luego de lo que el maldito te hizo, estabas destrozada, entonces llegó Luhan y pareció que volviste a tomar en cuenta al sexo opuesto. ¿Cómo querías que te quitara eso? No podía simplemente decirte lo que sentía por Luhan, porque te conozco y sabía que ibas a dejarlo si yo te decía. ¡Todo lo que hice lo hice por ti!

—¿Y por qué ahora no me dijiste la verdad si ya sabías que amaba a Sehun?

Me quedé callada de pronto. Vanessa también lo hizo. ¿Qué acababa de decir yo? ¿Que amaba a Oh Sehun? ¿De verdad lo amaba?

—Solo no se dieron las circunstancias—Respondió en un susurro que yo apenas entendí. Mi cerebro estaba procesando rápidamente las palabras que yo acababa de decir. 

Había creído que lo amaba hace algún pequeño tiempo atrás, pero un amor diferente, el mismo amor que le tenía cuando éramos pequeños, y lo amaba, en serio, pero como amigo.

Una cosa era estar enamorada de él y otra cosa era decir que lo amaba.

—________…

—Lo siento, no quiero discutir esto ahora, Vanessa—Dije cortante y me fui. Para mi buena suerte Vanessa no me siguió, y aunque lo hubiera hecho, no le habría tomado importancia porque mi cabeza estaba pendiente de todo menos de ella.

Cuando entré a la casa de los Oh con el corazón latiendo rápidamente, un silencio sepulcral reinaba en el ambiente. Subí las escaleras al segundo piso y miré en la habitación de los dos pequeños. Ambos dormían tiernamente abrazados y tapados con una mantita. Sonreí ante la escena y salí con cuidado de la habitación para dirigirme a la de Sehun, quien también estaba durmiendo. Me mordí el labio inferior, apreciando lo hermoso e inofensivo que se veía al dormir.

—Hey, ¿vas a quedarte mirándome mucho rato más o vas a venir a acostarte conmigo?—La voz de Sehun me hizo exaltarme. Una risita se escapó de sus labios y yo no pude evitar sonreír también. Su acusación, aunque cierta, me sorprendió ya que tenía los ojos cerrados.

—No estoy mirándote—Murmuré y rodeé la cama para acostarme junto a él.

—Ya, claro.

—Eres un creído—Lo golpeé en el hombro despacio, y antes de que pudiera sacar mi mano él la cogió de la muñeca y me obligó a abrazarlo, Yo obviamente no me negué y me acerqué más a él, haciendo que nuestros cuerpos hicieran contacto. Lo abracé por la cintura fuertemente y él entrelazó sus manos con las mías.

—Estás fría—Dijo—. ¿Te fue bien con Vanessa?

Mala pregunta.

Suspiré y me acerqué aún más a él, dejando mi nariz en su cuello que olía a un perfume que no tenía idea cuál era pero olía delicioso.

—¿Estás intentando distraerme para evadir mi pregunta?

Yo me reí.

—No, tonto. Me fue bien, solo tenía que devolverle el celular y ya.

—Pues… suenas algo… no lo sé ¿triste?

—Estoy bien, solo estoy cansada, eso es todo.

—¿Segura?

—Sehun no jodas.

—Vale, vale. Seguiría jodiéndote de todas las maneras posibles…

—Sehun…—Lo regañé. Él se rió.

la niñera || sehun y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora