Epílogo

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Camil se encontraba en su consultorio llenando varios formatos sobre la condición de varios de sus pacientes, su mano se movía automáticamente escribiendo lo de siempre,  pero su mente aun se  encontraba con Santiago.  La actitud de aquel hombre la había dejado anonada, de cierta forma  intrigada por lo que su mente podía hacerle creer. Definitivamente estaba enfermo, un psicópata que posiblemente ya no tenía remedio pero que sin embargo le había parecido muy interesante y al mismo tiempo atractivo. Una replica exacta del hombre al que una vez amó.

Pero...  ¿Como diablos Santiago  había llehado a enterarse de aquel amor frustrado que alguna vez ella llegó a tener? Era lo que Camil se preguntaba desde que él había mencionado a su exnovio quien la había dejado por su hermana.
 
Pero sobre todo no podía quitarse de la mente que tal vez ese hombre tenía razon, ella era igual que él sólo que no se había percatado de ello.

Tan sumergida se encontraba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de la silueta que yacía en la esquina de su consultorio desde  varios minutos atrás.

—¿Qué es lo que ha pensado doctora?—preguntó Santiago con una ceja arqueada.

—¿Tu que haces aquí? ¿No deberías estar encerrado bajo llave y vigilancia? — por alguna extraña  razón Camil no se sentía sorprendida de que él se encontrara allí.

—A los guardias son tan fácil de manejarlos que no me costó demasiado manipularlos— dijo con una sonrisa y en su mano girando unas llaves.

—¿A que has venido?

—Vengo a proponerle un trato querida.

—No me interesa, llamaré a los guardias y esta vez me asegurare de que te vigilen bien— Camil estuvo apunto de tomar el teléfono cuando Santiago se acercó y agarró la mano de ella.

—Estoy seguro de que le interesara...  Sobre todo si su examante esta involucrado.

—¡¿Que?! 

—Estoy dispuesto a ayudarla si usted  me ayuda a salir de aquí y me borra del sistema.  Es fácil.

—¡Tu estas loco! Según tú...  ¿Cómo de supone que vas a ayudarme?

—Tengo muchos contactos doctora.

—¿Y por qué no les dices a ellos que te ayuden?

—Porque yo se que usted necesita ayuda, mi ayuda. Y me gustaría ayudarla.

—¿Por que habría de tomarla? — Camil se cruzó de brazos.

—Porque se muy bien lo que es perder a alguien que tanto he amado. Y también sé que a usted le gustaría tenerlo de nuevo en sus brazos sin importar si es  a la fuerza — Camil no pronunció ninguna palabra. —Apuesto a que estoy en lo correcto, su silencio la delata.

—No es verdad, yo estoy bien con la vida que llevo ahora y he encontrado a alguien que me quiere.

—Pero usted no lo quiere a él.  Vamos no sea ilusa,  sólo lo tiene para pasar el rato porque al que en realidad el hombre quiere se encuentra en la cama con su hermana.

—Callese, no sabe lo que dice.

—¿No le duele el sólo pensar que Valeria lo tiene en sus brazos y usted no?  ¿Que ella se lo arrebató y no le importó destrozarla?

—¡Ya basta! —gritó alterada Camil.

— Camil,  yo puedo deshacerme de su hermana.

—¡No!

—¿Que acaso no recuerda todas las ocasiones en que sus padres la preferían a ella en vez de a usted?

—¡Callate! Tú eres sólo un enfermo que se obsesionó con su hermana y ahora quiere dañarme a mi.

—Tal vez si lo soy pero al menos luché por mantener ese amor y usted también lo quiere así, pero tiene que dejarme ayudarla.

—¡Ella siempre fue la preferida de mis padres! — los recuerdos de Camil acerca de su infancia comenzaron a salir a flote al igual que su odio y rencor que supuestamente había dejado atrás. Santiago soltó otra sonrisa porque sabia que estaba saliendo victorioso una vez mas.

—¿No le gustaría terminar con ella de una vez?  ¿Hacerla pagar por todo lo que le hizo?

—Si, eso quiero.

—Y así será.

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Perdón por haber tardado en subir el epilogo, pero con tanto trabajo,  escuela y tarea no había podido.  Gracias a todos los que  le dieron la oportunidad a esta pequeña historia n.n

Saludos desde México 😘😊




MENTE OBSESIVA || MENTES QUEBRADAS I || #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora