Prohibido Comer • Capítulo único

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Al estar en su habitación dejo el plato en su escritorio y lo observo por un momento.
Una mueca de desagrado, no quería comer más, ya había "comido" demasiado ese día.
Tomo el plato y arrojo los restos de comida por la ventana.

Fue directo al baño y se miro en el espejo.
Siempre lo hacia, se observaba para mirar su logro.

El sonido de la puerta siendo tocada la saco de sus pensamientos.

–¡Pase!– Hablo.

Su madre entro a su habitación y ella salio del baño.

–¿Pasa algo mamá?

–Si.– La miró directo, un poco, muy seria. –No iras a la clínica.

Rin sin saberlo ya estaba colgada de el cuello de su madre repartiendo besos por su rostro.

–¡Gracias, gracias, gracias!– la beso de nuevo para después mirarla. –¿Terminaron los doctores?

–No. Tu padre está hablando con Gakupo preguntándole por el ultimo doctor que atendió a Gami.

–Oh.– Rin suspiro y se alejo de su madre. –¿Como esta ella?– pregunto.

–La ultima vez que hable con su madre me dijo que estaba recuperada, así que supongo que se encuentra bien.– A Rin se le dibujo una sonrisa. –¿Eso quiere decir que ya puedo verle?– Su madre negó.

–Nada ha cambiado. Tanto los padres de Gumi como nosotros tememos que tengan una recaída por influencia de la otra.

–Pero si Gumi esta bien y yo-

–Tú no estas bien.

Rin bajo la mirada en negación pero asintió.

–Si te sirve como incentivo para recuperarte, te dejaremos verla cuando estés bien.

Rin rodó los ojos No de nuevo. Pensó. El que se lo repitieran no ayudaba en nada.

–Estoy bien.– Dicto.

–No voy a discutir contigo. Ve y arregla tus cosas, parece que iremos hasta Sidney, así que nos iremos en 1 hora.

Rin solo asintió con la cabeza, y cuando su madre se retiro de su habitación se sentó al borde de la cama. Se levanto y luego se volvió a sentar. Tiene hambre. Resoplo y miro sus cosas, solo le faltaba una maleta con productos de higiene personal. El resto estaba listo.
Se toco el estomago y luego lo comienza a pellizcar, tratando de castigarlo por hacer ese molesto ruido que siempre lo delata.

–No sabes cuento te odio– murmuró mirándose en el espejo con resentimiento.

Procedió a tomar aire y recostarse, esperando que el dormir le quitara las ganas de comer.

–¡Valla, no creí que tuviéramos la oportunidad de hablar de nuevo! – Gumi expreso por la linea telefónica.

–¡Yo tampoco! Es genial que nos hayan dejado hablar un poco. Aunque no tengamos privacidad.– La ojiazul alzo la vista y miro de reojo a sus padres, estos se encontraba  escuchando su conversación telefónica mientras van de camino a Sidney. Ahí se encontrarían con el doctor que los padres de Gumi les habían recomendado.
El viaje era un poco largo, ya que recorrerían de Melbroune -la ciudad en donde vivian- a Sidney.

–No importa, igual es bueno hablar contigo. Oh, casi lo olvido ¡Feliz Cumpleaños! ya tienes 18 wow, y pensar que nos conocimos de 8 años, pero, olvida eso. ¿Cómo estas rubia?

Rin rió, si que había extrañado a esa loca zanahoria.

–Perfectamente. –resoplo. –Y cuentame ¿como es ese doctor?

Prohibido Comer || RinxLen || O.S Where stories live. Discover now