Desapercibido

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-Voy a intentarlo Don Pedro -

¿Realmente lo haría? Reigen pensaba que de nuevo sus palabras no correspondían a lo que él sentía en verdad, pero I vivía con miedos jamás podría hacer algo sobresaliente por él mismo. A decir verdad era la primera vez que alguien lo apoyaba desinteresadamente como lo hacían los Kageyama.

Poco a poco conocía más de ellos, le inquietó encontrar la foto de una hermosa chica sobre el piano de Kageyama Suponía que era algún a... Mor... Pasado... Decidió no indagar más.

Los lunes eran los días libres de Reigen, así que planeo un viaje al supermercado por la tarde, se puso la peluca de cabello mediano que le dio Suzuki y los viejos lentes de aviador sin graduación que Shigeo le prestó. Tomó la lista de las compras y todo el valor que tenía en almacén para salir. El sol comenzaba a ocultarse, dobló la esquina con la bicicleta rosa de Ritsu y vio a Shigeo cargando las bolsas de la hermosa chica de la foto, Shigeo no lo había visto con la peluca por lo que no lo reconoció, pero Reigen sintió la omisión como rechazo.

Llegando a las puertas del super todo cambió, aparcó la bici en el estacionamiento para bicis y  tomó un carrito, quería tocar todas las verduras y comprar todas las conservas, incluso oler todo el pescado, olía a alegría y sueños cumplidos, el lugar era sencillo pero sentía el sabor de la libertad... O tal vez olvidó lavarse los dientes antes de salir de casa. Elegir las galletas era algo tan mundano pero lo hizo muy feliz pasar desapercibido, comenzó a canturrear, la gente lo veía extraño pero no le importaba.

Se acercó a la carne. Como persona que vivió con menos de 400 yens al día sabía que después de las 7 comienzan los descuentos... Llevó cerca de kilo y medio de carne por menos de 800 Yens, suficiente para el nabe que tenía pensado.

Al final su compra consistía en más de veinte kilos de verduras, carne, abarrotes y un saco de arroz. La bicicleta se balanceaba hacia los lados violentamente y le costaba mantener el equilibrio. Vio a Kageyama en la calle de los departamentos, fumaba tranquilo. Reigen perdió el control y se cayó de lado, Shigeo corrió hacia él.

-Sabía que eras tú con la bicicleta de Ritsu, por un momento me alarmé porque creí que alguien la robaba pero luego vi mis gafas. -

El mayor lo trató de ayudar a incorporarse, pero la bicicleta era más pesada de lo que esperaba y estuvo a punto de caer sobre él, por fortuna logró equilibrarse, decidió descargar la bicicleta para después ayudar a Reigen.

-Hoy es día de brazos - dijo sonriente levantando las bolsas con ambas manos. - Parece que es tu Hobbie llevar las bolsas de los demás. - Dijo Reigen ligeramente amargo, algo que resultó extraño incluso para él mismo. - ¿Alguna novia de la infancia? - Remató. - Kageyama sonrió frotandose ambos brazos. - Sólo andas esa cazadora de aviador y la bufanda, ¿no te estás helando? - Reigen lo había olvidado, debía comprar más ropa. -Es cierto, pero no tengo demasiado frío, al menos no esta nevando o lloviendo. - Dijo, notando la evasiva, se acercó a estacionar la bicicleta cerca de la pared en silencio, Shigeo pasó todas las bolsas a una mano, pero decidió dejarlas en la acera, se acercó a Reigen, puso ambas manos en sus mejillas, pudo sentir su piel tibia en una y la mullida tela de la otra.

-Tienes las mejillas frías y completamente rojas, no puedes engañarme -.

Reigen dio un paso atrás y se chocó contra la pared, Shigeo no lo soltó. - Creo que estabas algo celoso hace un momento -. Reigen alzó ambas cejas, estaba a punto de soltar el clásico - Que sea gay no significa que me atraigan mis amigos - y lo hizo, Shigeo se echó a reír, le dio un beso en la comisura de los labios, Arataka sintió su nariz fría en la mejilla, quiso seguirle el juego pero Shigeo lo soltó y dio media vuelta para tomar las cosas que había dejado a un lado. Al chico de incógnito le desagradaba la manera en la que su abrigo largo y negro ondeaba, pero también debía admitir que era demasiado cool.

-Iba a decirte quién es, pero sólo te diré que aún la amo. -

Reigen sintió un nudo en a garganta y también un profundo enojo. Shige subía las escaleras mientras husmeaba un poco entre las bolsas y canturreaba. Reigen sabía que Shige estaba contento porque ya imaginaba la cena, justo cuando se encontraban frente a la puerta y su acompañante sacaba la llave, el chico de la peluca dijo molesto.

-Iba a preparar nabe pero ahora estoy de mal humor. -

Shigeo dejó de canturrear. Lo había olvidado por completo, el rostro que lo observaba enfadado era el de su cantante favorito, se veía completamente enojado. Estaba coqueteando con su ídolo, también lo estaba haciendo sufrir, cuando el primer párrafo del club de fans de Arataka Akers dice:

Incluso en la peor situación jamás dejaremos que la sombra de la duda o la vergüenza nublen su rostro.

-Es una chica que siempre me gustó en la secundaria, todo terminó en la universidad, no hace mucho tiempo que se mudó cerca, se casó con un chico que la entiende perfectamente y tienen una bebé, Momoko. -

Reigen se sonrojó ante el súbito parloteo. Shigeo no pudo resistirlo y se acercó al chico para besarlo. Ritsu abrió la puerta y la cerró. Volvió a abrirla para meterlos ¡y que hicieran lo que quisieran dentro pero no fuera porque los vecinos podían hablar!

Kinpatsu RockWhere stories live. Discover now