Todo volvió a la normalidad.
Me usabas,
Te servía.
Vuelve y juega el mismo cuento,
Encariñándome con la misma piedra con la que me tropiezo.
Tú eres esa piedra.
En todos los sentidos.
Y des afortunadamente, me convertiste en una igual.
Una réplica de tu desgracia.
Te aterrorizaba estar solo,
Y yo era tu única compañía.