ᴍɪʀɪᴏ ᴇsᴄᴇɴᴀʀɪᴏs ©

01: Lluvia

allie x — paper love.

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La lluvia golpeaba contra el suelo, y a la vez contra mi cuerpo. La poca gente que circulaba por las calles con sus paraguas, me miraban como si fuera un fenómeno, pero yo estaba perdida en el sonido del chapoteo, mi mirada oscura y mi cuerpo temblando levemente debido al frío que hacía en ese momento.

Sin embargo por más frío que hubiera, no me quería mover de ese lugar, quería quedarme y ser una con las gotas de la lluvia. Quería ser la lluvia.

¿Está mal sentirse así?

De pronto dejé de sentir aquel agua caer en mi cuerpo. Extrañada, levanté la cabeza y al instante mi mirada se encontró con unos ojos negros.

"Cuando lo vi supe que me iba a destrozar

—No deberías estar debajo de la lluvia. Podrías pegar un resfriado —habló un chico con cabellos rubios; éste ya comenzaba a mojarse debido a que me había tapado con su paraguas.

Lo miré confundida mientras empuja el paraguas contra él—. ¿Y tú que sabes? Es agradable para mí estar así.

—Sé que es muy agradable pero es muy peligrosa a la vez. Por favor, acepta mi paraguas. —insistió con una mueca de preocupación volviendo a taparme con el paraguas de color azul, en esa acción nuestros dedos rozaron al entregármelo.

Porque él es tan amable

—¿Por qué haces esto? ¿Qué ganas haciéndolo? —cuestioné viéndolo ya todo mojado por la lluvia.

Dibujo una tenue línea en la comisura de suslabios—. Que no te enfermes. Eso gano. —respondió dando media vuelta e irse en dirección contraria donde yo estaba.

Lo miré hasta que desapareció de mi vista. Miré el paraguas que se encontraba en mi poder, en el mango del mismo se encontraba unas letras.

Mirio T.

Al día siguiente, estaba almorzando frente a mi televisor, buscando algo bueno para ver.

En eso, apareció el gran "festival deportivo" de la dichosa Academia Yuei.

Resoplé, héroes tontos. Pero no, no los odiaba pero tampoco los adoraba.

Iba a cambiar de canal pero un nombre me llamó la atención.

—¡Parte de los tres grandes! ¡¡Mirio Togata Vs. Nejire Hadou!! —exclamó el presentador de aquel evento.

Rápidamente mi mente trabajó y miré hacia el paraguas que reposaba en una esquina de la habitación.

Así que es héroe.

Me encontraba afuera de las instalaciones de la U.A, debido a que no dejaban entrar a las personas que no estudian o trabajan ahí.

Los estudiantes salían pero ninguno con el cabello rubio estilo tupé, ojos negros y sonrisa salida de revista.

Me estaba cansando de esperar y cuando me había rendido, apareció. Ese rubio del paraguas

Estaba con unos amigos suyos, supongo, pero me dio igual y me paré enfrente de él.

Le tendí el paraguas. —Esto es tuyo. —Miré como su ceño se frunció—. Tal vez no me recuerdas pero me diste esto, y te lo devuelvo —hablé tomándole de la mano y poniendo el paraguas en ella—. Adiós —agregué a la vez que me daba media vuelta dispuesta a irme.

Pero no pude, debido a que una mano se posó en mi brazo deteniéndome.

—Sí te recuerdo. Estaba confundido porque me lo devolviste. No era necesario.

—Ya, ¿me podrías soltar? —cuestioné incómoda alzando las cejas.

Él me miró avergonzado mientras me soltaba rápidamente—. Lo siento.

Asentí y volví a encaminarme a la salida, di unos cuantos pasos más lejos de él pero esta vez su voz me detuvo.

— ¿Estás libre mañana? —exclamó hacia mi dirección.

Me giré y me volteé.

—Depende para qué —grité de igual manera.

—¡Te invito a comer! —una sonrisa de entusiasmo cruzó por su rostro.

Él hará las cosas bien.

Sonreí burlona—. ¡Échale un vistazo a tu paraguas! —exclamé, él vio rápidamente y después de unos segundos me miró con una sonrisa en su rostro, pues había dejado mi número de teléfono en él, incluido mi nombre.

Me giré devuelta para dirigirme a mi casa por tercera vez, con mi mano me despedí de él.

—¡Hasta mañana, (...)! —exclamó finalmente.

Y me dejará con un corte agradable.

Fin.