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SERENDIPIA
capítulo único
© 09h03m


PARK ES un gato calicó demasiado extraño para ser considerado gato, pero demasiado gato para ser considerado persona.

Y no es que se sienta orgulloso de ser tan extraño realmente, sino que los otros gatos se han encargado tantas veces de hacerle saber los porqué de su singularidad que había quedado ya grabado en su cabeza, y ahora es capaz de enumerar cada razón de memoria:

1) Park no disfruta de cazar; él prefiere observar.

Tantas han sido las ocasiones en las que sus amigos corrían detrás de las aves y los insectos esperando llevar algo a casa, mientras que Park permanecía sentado apreciando la belleza de lo que le rodeaba (y es que realmente cree que las mariposas deben ser admiradas, ¡tan brillantes y bellas!).

2) A Park no le gusta el atún, y prefiere cualquier cosa antes que eso.

(Leche, verduras, fideos, ¡lo que sea, menos el asqueroso atún!) Los amigos de Park nunca pueden compartir un buen tazón de atún porque al extraño calicó le desagrada demasiado, y "¿cómo a cualquier felino podía siquiera disgustarle el atún?", maúllan siempre ellos. Pero a Park no le gusta y ya, sin demasiado que explicar.

3) Park afila sus garras en la corteza de los árboles y nunca se le ocurriría hacerlo en algún mueble.

¡Ni siquiera eso puede hacer! Y es que el pequeño calicó no comprende, no entiende ni un poco por qué a los otros gatos les gusta tanto hacerle eso a la mueblería de sus amados dueños. ¿No les agarraba cargo de conciencia luego? ¿No se sentían malas mascotas?

Claro que existen otras razones para hacer la lista más larga, pero nombrarlas todas es agotador, y además, sólo una es realmente importante. Porque Park es un gato calicó demasiado extraño, pero la verdadera razón por el que es el protagonista de esta historia es porque Park está irremediablemente enamorado de su dueña.

"¡No es nada del otro mundo!", dirán, "¡todos los gatos aman a sus dueños!". Pero, queridos lectores, déjenme decirles que Park incluso se distingue en este aspecto, pues su amor no es ordinario. Y es que el amor que tiene Park por su dueña podría compararse con el amor de un artista por su más inspiradora musa, o el amor de un Principito por su rosa. Inspirador e inocente, que entrega todo y no espera nada a cambio; así es el amor de este gatito calicó.

Park encontró a su dueña (en realidad, ella lo encontró a él, pero se encontraron y eso es lo que realmente importa, ¿no?) una tarde de primavera demasiado fría, cuyas ráfagas de viento antecedían una gran tormenta y tanto humanos como gatos, perros y pájaros corrían a refugiarse a sus hogares. El gato calicó, que para entonces era bastante pequeño y no tenía un nombre ni un hogar, deambulaba por una calle casi deshabitada en busca de un refugio, pues no había encontrado a la ancianita amistosa que siempre le permitía quedarse dentro de su casa durante las tormentas (y su casa lucía ciertamente desierta desde la ventana, por lo que Park había supuesto que quizás la abuela había decidido tomar unas vacaciones).

Claro que lo siguiente ocurrió demasiado rápido para un gatito tan pequeño y desorientado; los nubarrones largando sus primeras gotas con una furia no propia de un día primaveral y una chica despeinada con una sombrilla rota corriendo en su dirección, deteniéndose frente a él. Lo próximo que supo fue que estaba retorciéndose entre unas manos pequeñas y una voz chillona le pedía que se calmara, porque bajo ningún motivo le haría daño. Y Park obedeció. Y ese fue el comienzo; así conoció a Mei.

Sus amigos siempre lo detienen cuando el pequeño intenta contar la historia, pues es irritante cuando Park maúlla casi como un humano e intenta alegar todo el suceso al supuesto destino. "Park, detente, ¡estás demasiado humanizado!". Y quizás lo está (porque Mei habla demasiado sobre el destino y el amor y le es inevitable no escucharla atento y terminar relacionando todo con su historia), pero es que ¿realmente puede no pensar que él estaba destinado a conocerla? Llámenlo un gatito ingenuo y romántico, pero Park siente en su corazoncito que la conexión entre ellos era más que la suerte de una casualidad; estaba escrito.

El gato calicóحيث تعيش القصص. اكتشف الآن