Enfermerear para cantarlo

No sé si esto es amor, pero es realmente bonito.

Resulta incluso paradójico que salga del hospital con más vida de la que entré. Es difícil describirte algo, que para mí, es indescriptible.

Sí, soy un simple estudiante de tercero a medio camino de convertirme en "enfermero" y soy totalmente consciente del largo camino que me queda por recorrer, de hecho, estoy convencido de que durante el recorrido que me queda, mis pensamientos sobre la profesión cambiarán enormemente.

Pero hoy necesito expresar lo que me estás haciendo sentir. Creo que nunca he comprendido tanto la expresión: "Mis sentimientos son una montaña rusa" como hasta hoy.

He viajado a través de bombas de infusión y vías de medicación por un viaje inolvidable de pasiones, en el que he sentido un auténtico terror a punto de desmoralizarme, hasta sentir total orgullo por poder ayudar a un paciente que se enfrentaba justamente a ese terror.

Tengo que admitir que he pasado por situaciones que han estado a punto de acabar con mis ganas, con mi ilusión, el miedo que he sufrido por los llamados "trastornos mentales" se convirtió en la situación que más me está costando superar de toda mi vida.

Con todo esto, me das motivos más que suficientes para querer convertirme en el mejor enfermero que haya pisado un geriátrico. Un "Amigo mío" durante un apretón de manos de Miguel Ángel (Un paciente al que tuve la oportunidad de cuidar durante las prácticas) fue suficiente para levantarme del suelo y poder gritarle a la enfermería: "te quiero cuidar"

Miguel Ángel seguramente piense que fui yo el responsable de que, por un momento, brote un pequeño pedazo de felicidad de esa oscura habitación. La realidad es que, egoístamente fue mi propio paciente el que me "cuidó" en ese momento; Miguel Ángel, conseguiste hacerme feliz, me has dado vida, gracias.

Tengo una frase de mi padre muy marcada: (Entre otras porque, al igual que yo, a mi padre le encanta darle mil vueltas sin sentido a las cosas) "Aprende de los enfermeros, pero no te olvides de aprender de los pacientes". Ahora soy yo el que dice: "Aprende de las personas".

Enfermería es el arte de enamorarte de tus cuidados, de sentir alegría por un pequeño gesto de la PERSONA que está encamada. No te voy a engañar, el viaje por enfermería me ha causado tanta inestabilidad emocional que no pude aguantar las lágrimas cuando Miguel Ángel me invitó a sentarme con él en su cama.

Nuestra sociedad nos obliga a pagar impuestos, por ello, puedo "comprender" que la ilusión de muchos cuidadores sea conseguir ese sueldo a final de mes para hacerse cargo de su propia vida, pero, ya te digo yo que la caja de bombones que me ofrece Miguel Ángel cada vez que consigo una sonrisa suya, no tiene precio.

No sé qué más decirte enfermería, no estoy seguro de que esté enamorado de ti, pero lo que me estás haciendo sentir es algo realmente bonito.