-Narra Akane... -
-Ah... ¡Sí! Lo había olvidado... -
~¿y eso? ¿Le habrá salido mal a Shampoo uno de sus trucos? ~
-¿Airen?- le vió con una mirada poco común de ella, estaba preocupada. Y como si fuera la gran cosa puso su mano en la frente de Ranma- estar enfermo... - y así... Nada más de respuesta recibió una risa sarcástica y burlona de parte de Ranma.
¿Tan loco es que me "invite a salir"?
-Oh no querida... Mi cuñadito no está enfermo. Él está harto... Harto de ti- Nabiki como siempre directa y para nada sensible.
Pero era cierto... Él sólo quería un día sin problemas y prometidas por aquí y por allá.
~¿Quiere un día tranquilo? Pues dáselo niña~
-Lo lamento lo había olvidado... A las tres ¿no? - pregunté con toda la calma que pude tener.
-A las tres - confirmó Ranma formando esa sonrisa que tan bien le queda.
Nadie decía nada y dejamos de mirarnos hasta que la campana nos despertó de ese momento.
Nos fuimos todos y Shampoo aún no quitaba su cara de: "no me la creo"...
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Las clases pasaron tranquilas e incluso interesantes, al menos para mí.
Era la hora de volver.
Aquel camino por el que siempre regresábamos a casa después de la escuela, no me había dado cuenta hasta ese momento... Pero era el lugar más tranquilo por el que íbamos casi siempre.
Pocas veces Shampoo llegó con su bicicleta a darle directo en la cara a Ranma.
~Bien... Piensa desde ahora que harás para cuando Shampoo se entere~
Mi mente a veces me hacía dar cuenta de cómo era... Mi carácter, mi manera de decidir.
Me reí ligeramente por mi pensamiento...
-¿Qué es gracioso? - preguntó un poco aburrido.
Pensé que no se daría cuenta...
-Es que... Shampoo no se ha creído que me has invitado a salir... Y no sé que hará Nabiki ésta vez o lo peor... Qué haremos nosotros cuando Shampoo se entere que no hemos salido y más bien hemos estado en casa- paró unos segundos mirando mis pies.
-¿Ranma?- pregunté chaqueando los dedos para hacerlo volver en sí.
Bajó de aquella baranda y se puso a mi lado.
-Eh... Tampoco es tanta cosa. Podríamos salir si nos lo proponemos- ~¿Qué tiene éste muchacho hoy? ~
No me la acababa de creer... Era lo más cercano a una invitación a una cita que escuché de él.
-Quizás... Es que es raro que te portes muy atento o romántico.
-¿¡Pero quién te crees?! ¿¡Afrodita?! - ya empezaba todo de nuevo.
-No es eso- dije dando por finalizada la charla mientras volteaba mi rostro evitando verle.
~¿Es que no se le puede decir nada? Se ofende de todo y nada...
¿¡Que quién nos hemos creído?! Pues nadie... Solo hemos tratado de explicarle pero el muy cabezota está haciendo que todo marche hacia atrás con sus tonterías de niño~
Y toda esa alteración se disipó cuando sentí que su mano se entrelazaba con la mía.
-Sabes que soy torpe... - dijo mirando al frente un poco sonrojado- y sé que entiendes a qué me refiero cuando te digo que podríamos salir- se le notaba la seriedad, definitivamente no era una broma.
~¿Te está invitando a salir? Disculpa, disculpa... ¡Te está invitando a salir! ~
- Creo... Creo que sí te entiendo idiota- dije apoyando mi cabeza en su hombro a pesar de que caminábamos.
-Siempre me entiendes tonta...
AHORA SÍ... NO LE PONEN VENENO AL REFRESCO ¿SI?
ESTÁ CORTITO PERO YA TENGO QUE ATAR CABOS PARA NAVIDAD.
BESOS Y GRACIAS POR EL APOYO... ESPERO ESTÉN DISFRUTANDO DE ÉSTAS VÍSPERAS Y POR FAVOR CUÍDENSE MUCHO.
