-Narra Ranma... -
-Mira... Ve a tu cama y yo estaré contigo hasta que te duermas- dije aún abrazándola... Sintiendo los rápidos latidos de su corazón.
-Dudo que logre dormir Ranma... Pero (snif) gracias y... Y disculpa (snif) las molestias... Deberías descansar - dijo Akane con la voz temblorosa al igual que su cuerpo.
Pasa... Cuando alguien llora mucho su cuerpo comienza a temblar a medida que el llanto aumenta... Hasta que para.
Temblar es como un modo de sacudir el exceso de carga energética acumulada en el cuerpo en una situación estresante.
Por eso me sentí tranquilo al sentirla despojarse de todo ese estrés.
-Y... Si... No sé... Podrías... - dije acariciando sus cortos cabellos con un tanto de nerviosismo.
~¿Porqué estás nervioso idiota?
Ni que lo estuvieses haciendo con perversión o malas intenciones~
Pues no... Yo sólo quería que Akane descansara.
-Verás... ¡No vayas a pensar que lo hago con malas intenciones! Pe... Pero podrías do.. Dormir en mi habitación sólo por hoy- dije soltando el abrazo para verla directo a los ojos a pesar de la oscuridad.
-Pero... No voy a dormir en tu cama Ranma.
No estamos ni casados...-
-¿Qué? - dije un tanto extrañado.
-¡Es decir... Aún no lo estamos!
¡No! Quiero decir... Eso no está bien - dijo cayendo en cuenta de lo que había dicho.
-Bueno... Lo... Lo sé, pero tu puedes dormir en la cama y yo ya veré como me acomodo- dije tratando de evadir un tanto el tema.
-No quiero molestarte más... No podrás dormir- dijo ya más tranquila.
-Anda... No es molestia.
Es más... Si lo haces dormiré mejor sabiendo que estás bien- dije sonriente.
-Es... Está bien pero ¡No se lo diremos a nadie! No sale de aquí- dijo cerrando la puerta de su habitación.
-Te lo prometo... - dije mientras íbamos hacia mi habitación.
Papá recientemente había cambiado de habitación dejándome una para mí sólo, puesto que mamá con la aprobación absoluta del Señor Tendo vendría a vivir con nosotros en unos meses.
-Bien... Puedes acostarte y descansar- dije buscando una almohada y una manta para poder dormir.
-Pero ¿Tú dónde dormirás? No hay otra cama... Mejor te dejo descansar bien. Ya estoy grande para no poder dormir sola- dijo tratando de salir.
-Yo ya estoy grande como para tenerle miedo a un gato...
Estoy bien tonta ¿Sí? - dije llevándola de nuevo hacia la cama.
-Pero... -
-No voy a hacerte nada y tampoco voy a morir por pasar una noche fuera de la cama... Anda... Duerme- dije acostándome en el suelo.
-Bien... Pero si te sientes incómodo sólo dímelo y me voy para que duermas bien- dijo acostándose según yo luego de oír las sábanas moverse.
-Descansa... - dije cerrando los ojos.
Recuerdo haber oído relámpagos casi una hora después de haber caído en sueño.
Y simplemente sentí su calor tras de mi.
-¿Qué haces aquí? Vas a enfermarte- dije viendo que estaba dormida.
-No sé qué haré contigo... - dije llevándola a la cama.
Al momento de dejarla. Se aferró a mi y no me soltó.
No tuve más opción que quedarme ahí hasta que se le pasara.
Soltó su agarre y solo me senté en una esquina a verla.
No dormí mucho hasta que pasó la lluvia como a las 03:40 a.m.
-Bien... Espero que ya por fin descanses... Tonta - dije sin la más mínima intensión de ofensa...
Le di un beso en la frente y fui a descansar por fin... Luego de una larga noche.
Poco sabía de la muerte de la madre de Akane.
No creí que ella fuese a tener recuerdos de cuando pasó.
"Era tan sólo una niña cuando pasó"... Fueron las palabras de Kasumi cuando fuimos por primera vez a su tumba.
Comenzó a hacer frío...
~No creo que se moleste si duermes viendo al lado contrario... Además no tienes la más mínima idea equivocada~
-Supongo que no... - dije en voz baja mientras me acostaba lenta y silenciosamente donde dormía también ella...
Tan tranquila... Tan quieta... Tan... Linda...
