El diario de una adolescente más

Introducción

Ya que muchas cosas que voy a escribir aquí se tratan de mi relación con mi novio, pensé que debería contar primero cómo nos conocimos.

Era la segunda semana de Marzo de 2016, lo que indicaba el comienzo de clases. Había tres estudiantes nuevos, una hermosa chica que transmitía serenidad con solo verla, un chico que parecía bastante tímido y otro chico que parecía enojado, no parecía muy felíz de estar con nosotros. Y claro que no lo estaría, había repetido de año y perdió a sus compañeros de toda la vida. Pensandolo bien, yo tampoco lo estaría. Pero había algo en el que llamaba mi atención, tal vez eran sus hermosos ojos verdes o sus brazos musculosos. Pensé en hablarle, quería tener algún amigo hombre, pero su cara de pocos amigos me frenó. Evidentemente no iba a ser la primera en hablar y mucho menos lo haría sola, así que trate de buscar amparo en alguna de mis amigas para poder entablar una mínima conversación con el. Lola, como siempre tan simpática, fue a hablarle a este chico en cuestión, al fin y al cabo su apariencia de chico serio, era toda una mentira ya que se reía y hacía bromas. Tímidamente, como siempre, traté de unirme a su conversación. Era muy simpático, tanto que  al otro día todo mi grupo de amigas, ya eran amigas de el. 

Les soy sincera, me había caido bien esos dos días, pero apenas empezaban a explicar algo los profesores, el no paraba de molestarme. Continuó así, por varios meses, y cada vez mi ira me iba consumiendo más. Empecé a gritarle que se callara cada vez que me molestaba, pero no funcionaba. El solo se reía y seguía tirandome cosas o sacandome mis útiles. Hasta los profesores ya se habían cansado de su actitud.

Luego de tres meses de luchar contra el, me tocó hacer un trabajo con el, y creo que eso fue lo produjo que en mi cabeza haya un clic, yo pensaba que el era un estúpido, pero no, era muy buena persona despues de todo. Y así, pasaban los días y cada vez me iba cayendo mejor. Hasta un día lo defendí con una profesora, cosa que nunca hago porque soy demasiado tímida como para poder hablar en clase. 

Llegó el fin de año, y el otra vez se había llevado ocho materias. Durante las vacaciones empezamos a hablar por whatsapp todos los días, yo le daba ánimos para que el siguiera estudiando, y realmente lo estaba logrando, había aprobado casi todas las materias. Pero un día en un exámen, apareció la triste noticia, el ya no estaría en el mismo curso que yo. Había repetido, por segunda vez tercer año. Fue una noticia muy fuerte, y años habíamos acostumbrado a que el siempre este en clases. Que loco como te podes apegar tanto a alguien en tan solo un año. Compartí 13 años de mi vida con las mismas personas, y hay algunos que nunca me hablo, y sin embargo llega el con su apariencia de superado, cambiando mis reglas de juego.

A pesar de no volver a vernos todos los dias en el aula, esto no nos detuvo y seguiamos hablando todos los días. Poco a poco, me fui dando cuenta que este chico que yo odiaba al principio, me estaba empezando a gustar. ¿Qué loco no? Como uno se puede enamorar de quien antes odiaba. A el le pasaba lo mismo, y empezamos a coquetearnos por chat. Duramos así 4 meses, en esos cuatro meses no había pasado nada, los dos sabíamos que nos gustabamos, pero ninguno decía nada. Por esto mismo, varios chicos de mi curso me molestaban. Pero yo quería tomarme mi tiempo y asegurarme de que realmente lo amaba y el a mi.

El 8 de Julio del 2017, el me invitó a mi y a mis amigas a su casa. Salimos nosotros dos afuera un momento y sin pensarlo, nos besamos. Mi primer beso fue con el chico que jamas pensaría, y fue hermoso. Fue algo que ambos estábamos deseando pero ninguno se animaba a hacer.

 Al cabo de casi dos semanas,el 27 de ese mismo mes, decidí invitarlo a salir, los dos solos. Era una tarde maravillosa, fuimos a la plaza, y luego nos sentamos en una escaleras. Ahí, fue donde me confesó que tenía algo que decirme, estuve media hora esperando a que me lo diga. Hasta que de su boca salieron las dulces palabras: "¿Querés ser mi novia?". Asentí e inmediatamente lo besé.

Y así es nuestra historia, un poco resumida, pero lo más importante es lo que conté.