I

25 4 0
                                    


La campana sonaba su timbre por toda la escuela dando por terminadas otro par de horas. Harry por fin respiraba de alivio mientras entregaba su examen de cálculo.

Gruñía mentalemente debido a todo el estrés que este le había causado durante las dos horas que le había tomado terminarlo completamente. Allí se iban siete días enteros de estudios sin cesar, sin salidas con sus amigos que ahora lo llamaban un Amargado Aburrido por no salir, y lo único que podía esperar mínimamente era un siete.

Salió de aquel sofocante salón ( Este día había sido pronosticado como el más caluroso y húmedo del mes) y se dirigió al salón en el cual se realizaría la próxima reunión de los "Ayuda entre amigos".

"Ayuda entre amigos" se trataba de un grupo escolar fundado por algunos chicos de quinto año que buscaban darles apoyo moral a aquellas personas que atrevasaron un momento o una situación traumante. Su objetivo principal es darles un hombro sobre el cuál llorar, ser todo oídos, aliviar su dolor con sus palabras y, si es posible, dirigir hacia una mejor vida a aquellas personas.

Harry, personalmente, odiaba el grupo de Ayuda. Veía patética la forma en la que enfrentan a la vida con tanto positivismo. Además de que les parecía un "Grupete de mediocres optimistas con...

-Mucho tiempo libre"

Su madre rió del otro lado de la linea.

Harry sostenía su teléfono contra su oreja mientras arrastraba su mochila por los fríos suelos de la escuela.

No entendía por que su madre lo tomaba con gracia, estaba hablando con un tono bastante serio.

- Tu manera tan rápida de juzgar las cosas que te rodean me causa gracia, hijo - Le respondió su madre como si le hubiese leído la mente y carcajeó un poco más.

Harry blanqueo los ojos. Resulta que su madre es la persona más optimista y de buen genio que conoce.

- Aún no me respondes porqué debo asistir a este grupo de mediocres.

Atravesó el pasillo de los casilleros con una notable rapidez ya que este se encontraba completamente desierto. Se corría el rumor de que a aquella chica, Jana, la que había muerto en los baños de niñas el mes pasado le gustaba merodear por la escuela y asustar a todo aquel que ande sólo. Harry no creía en esas cosas pero si creía en el refrán "Mejor prevenir que curar".

- Karen me habló de que un nuevo grupo escolar se había formado; que ayudaban a tener una estabilidad emocional para aquellos chicos con perdidas familiares y en seguida pensó en ti. Así que me llamó y me recomendó mandarte al grupo. En seguida pensé que seria una magnifica idea, sabes que nunca he sido buena demostrando mis sentimientos.

-¿Asi que me mandas con estos chicos para que hagan tu trabajo como madre?- Preguntó irónicamente.

Anne guardó silencio durante unos segundos mientras debatía la respuesta indicada.

Chasqueo la lengua - No voy a mentirte, Harry, nunca puedo. Ya lo he dicho, nunca fui buena demostrando mis sentimientos.

Harry resoplo mientras maldecía mentalmente, la cabeza comenzó a dolerle repentinamente.

-Llámame a penas termines- Dijo su madre con cierto apuro en su voz y cortó.

Guardó su teléfono en bolsillo de su chaqueta y colgó su mochila en uno de sus hombros cuando divisó la puerta del salón B a unos metros. En él se haría la reunión.

Pensó en la sería conversación que debería tener con Liam y en lo menos entrometida que debe ser su madre en su vida. Y es que desde los cinco años, Karen Payne se ha hecho cargo de dirigirles la vida completamente a Harry y a Anne.

Mutualismo // Larry StylinsonWhere stories live. Discover now