—Ah...en pocas palabras...¿el amor te hace ciego? Y...¿crees que soy linda? ¿De verdad?

—Esa pregunta es un poco incómoda, pero como no me supe explicar hace un momento—Capricornio niega al ver que le está dando muchas vueltas al asunto y deja salir un suspiro—. Si, lo pienso.

—Eres tan raro—Géminis le aprieta las mejillas.

—¿No te aburre estar conmigo?¿Segura que quieres seguir sentada?

—No, en lo absolut—ella le sonríe—. Al contrario, no hay otra cosa que quisiera hacer más que estar aquí contigo.

—Tu eres la rara—Capricornio también le aprieta la mejilla con una leve sonrisa.

...

—Creo que no llegaremos al baile.

—No puede ser, cómo puede el carro descomponerse específicamente hoy-el mira su reloj de muñeca—. Y aún nos falta para llegar a la escuela.

—Podemos ir caminando.

—¿Puedes caminar con esos zapatos?—Virgo le pregunta.

—Claro que si, Libra me estuvo entrenando por una semana—ella le dice.

—Bien, entonces comencemos a caminar, a un lugar más iluminado y transitado.

Mientras caminan Piscis mira por el rabillo del ojo un hotel y se detiene.

—¡Ay! ¡Mi pie!—comienza a quejarse haciendo que Virgo corra con ella de inmediato.

—¿Te lo torciste? ¿Dónde te duele?

—No creo poder caminar mucho—ella dice fingiendo dolor—. ¿Porqué no olvidamos el baile y vamos a descansar a ese tranquilo y relajante lugar?

Virgo mira a donde la pisciana señala y frunce el ceño confundido.

—Si gustas podemos regresar a casa, puedo pedir un-

—¡No! ¡No creo poder caminar mucho!

—Pero-

—¡Sólo entremos!—ella lo jala.

...

—No era mi plan ir a la graduación desde el inicio y ahora con el embarazo menos—dice Acuario mientras devora una pierna de pollo frito en un restaurante cerca de la casa.

—Pero si te ves hermosa—Tauro le sonríe limpiándole comida del cabello.

—Deja de verme con esa cara de cachorro—ella le dice apenada—. Me pones nerviosa.

—¿Porqué? Siempre te estoy mirando así.

—Es solo que estoy comiendo y no me gusta que me miren comer.

—Acuario, ¿te casarías conmigo?—le pregunta de la nada después de un momento de silencio.

Acuario abre los ojos demás y comienza a ahogarse con la comida.

—¿Estás bien? ¿Acua?

—Estoy bien—ella dice después limpiar su boca con una servilleta—.¿Qué dijiste?

—Oh, que sí te querías casar conmigo, yo sé que el orden está un poco raro pero aunque nuestra pequeña no estuviera en camino yo quiero estar contigo.

—Pero es...

—Descuida, no tenemos que casarnos pronto, será cuando yo sea un mejor hombre y tenga más que ofrecerte—le sonríe.

—No digas esas cosas, si queremos estar juntos los dos tenemos que trabajar en ello, ¿Crees que te voy a dejar hacer todo solo?—ella sonríe de lado.

La casa del Zodiaco Where stories live. Discover now