Ambos estamos rotos

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—No te estoy mirando con lástima Dante. Te miro llena de culpa —contesta Dakota en su defensa. De repente otra lágrima sale de los ojos de Dante, la cual Dakota atrapa con sus dedos. La atrapa con ternura y cariño, pues ella cree que merece otro tipo de contacto físico, no uno que le deje moretones, sino uno que lo haga sentir amado.

—¿Por qué? —pregunta Dante nervioso. No sabe la razón, pero el contacto de la tibia piel de Dakota en su rostro lo ha llenado de paz y tranquilidad. Así que esconde su nerviosismo mirando hacia otro lado, no quiere que ella piense que lo pone en un estado vulnerable.

—Porque te juzgué mal Dante. Desde el primer momento en el que te vi supe que no eras una buena persona. Aunque no fue nada personal, es sólo que la gente como tú siempre me había causado daño y creí que tú también te comportarías como todos los demás. —Jamás Dakota había sido tan sincera con alguien, pero las palabras salen sin censura, salen sin ningún filtro de sus labios. Claro está que Dante lo entiende y una punzada en el pecho le llega de repente, aunque esa punzada sí que no la puede entender, sólo la siente y una gran pena lo embarga.

—¿A qué te refieres con la "gente como yo"? —cuestiona Dante de nuevo. No quiere sonar desesperado, él sólo quiere evitar ese sentimiento de dolor en su pecho, el cual no es causado por su padre, sino por Dakota.

—Ya sabes... esas personas a las que todos idealizan. Y es bien sabido que eres para ellos como un ejemplo a seguir. Además, los chicos que tienen "poder" en la escuela, son los que más burlas y daño me han hecho. Y cuando te comportaste como un tonto conmigo en la clase de alfarería, mis sospechas se confirmaron. Para mí Dante Collins era un muchacho con una vida fácil y perfecta. Con padres perfectos, hermanas perfecta, casa perfecta, notas perfectas, amigos perfectos, novia perfecta... pero veo que no todo es perfecto —Dante niega con la cabeza y lanza un suspiro pesado y lleno de dolor.

De pronto Dakota se echa a llorar, son lágrimas llenas de sinceridad y de congoja. Sin pensárselo dos veces, ella se acerca a Dante y lo abraza, lo abraza como no lo habían hecho en mucho tiempo: con cariño. Es inevitable que el aroma a fresas que desprende el cuerpo de Dakota, comience a embriagar a Dante.

—Perdóname Dante —suelta ella entre sollozos. Sollozos bajos, pero llenos de amargura y pesadez.

—¿Tú me pides perdón? El que debería de hacerlo soy yo. Yo fui el que se comportó como un cretino todo este tiempo. Pero es que realmente me ponías de muy mal humor Dakota —comenta Dante mientras acaricia el cabello rubio de ella. El olor a fresas se intensifica en su nariz y comienza a aspirarlo con más ímpetu... es delicioso. Pero los sollozos se detienen y Dakota se separa de él para mirarlo a los ojos.

—Es que yo también me sorprendí al verte en el salón de clases. Creí que serías malo conmigo, por eso te me adelanté —contesta ella entre risas.

Dante mueve un mechón de cabello de Dakota y lo coloca detrás de su oreja. Y el roce en su piel provoca una descarga eléctrica, ¿está mal sentir eso?

—Es mejor verte sonreír que con el ceño fruncido —se sincera Dante. Y ante el comentario de él, Dakota no puede evitar sentir calor en sus mejillas—. ¿Por qué nos llevamos tan mal Dakota? —cuestiona el castaño mientras enreda uno de los mechones rubios de Dakota entre sus dedos índice y medio.

—Porque somos unos tontos —responde de nuevo con una sonrisa.

Entonces ocurre algo interesante. Ahí, bañados en la luz de la luna y con el murmurar de las estrellas, Dante ve por primera vez a Dakota. Dante se pierde unos segundos en ella. Jamás la había visto como en esa noche, pero realmente se da cuenta de su belleza. Ahora puede entender la razón por la que Barry está enamorado de ella. Es simplemente hermosa.

Y es que Dakota en serio es una chica preciosa. Dante piensa que es como una muñequita. Tiene la piel blanca y el labio inferior más grueso que el otro. Sus pómulos parecen haber sido tallados con esmero, pues resaltan con hermosura. Pero sus ojos, sus ojos están llenos de esperanza. Son cálidos, y no sólo por el hecho de ser como las almendras, sino que también te miran con dulzura. Son color marrón, pero destellos verdes salen de ellos.

—Te propongo un trato —anuncia Dante mientras se revuelve en la cama—. ¿Qué te parece si comenzamos de nuevo? Olvidemos todo lo anterior y vivamos el presente —comenta entusiasmado el castaño.

De nuevo una sonrisa se ilumina en el rostro de Dakota, aunque de inmediato se desvanece.

—Si eso me lo hubieras pedido hace algunas semanas, estoy segura que no habría aceptado, porque creía que no teníamos nada en común. Pero me doy cuenta que ambos estamos rotos Dante —susurra la rubia con el labio tembloroso.

Pero la tristeza se esfuma y una sonrisa llega a sus labios. La cual Dante mira asombrado, es una sonrisa perfecta. Y Dakota con la manga de su blusa, retira el maquillaje de su pómulo izquierdo. De inmediato el color púrpura sobresale en su piel. Un golpe bien hecho en esa piel de leche.

Dante se queda viendo el golpe por unos segundos, pero el frenesí del momento provoca que pase suavemente los dedos por la piel de ella y sienta como su piel quema.

—¿Entonces aceptas? —cuestiona con una voz ronca. Dante decide extenderle la mano, para así cerrar el trato.

—Acepto Dante. —Y así es como se cierra el trato, con ella estrechando la mano del castaño—. Por cierto, mucho gusto, mi nombre es Dakota Harrison —el muchacho aprieta con más fuerza su mano y le sonríe.

—Yo soy Dante Collins y el gusto es mío Dakota.

Y desde ese momento sus vidas cambian para siempre. Desde ese momento algo nace en ellos, algo que nunca se borraría de sus corazones a pesar de los años que vinieran en el futuro.

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Nota de la autora:

Es el primer capítulo más grande que escribo en esta historia. 2445 palabras hechas con amor y con cariño. En serio este capítulo es uno de mis preferidos. Cuando lo escribía sentía algo en mi pecho. Por favor espero que hayan escuchado la canción que les dejé en multimedia, pues es una canción bastante hermosa.

Canción: Fast car– Tracy Chapman

Ahora debo de informarles algo. La verdad es que es como un reto. Hasta que esta historia llegue a los 1.1k voy a subir el siguiente capítulo. Porque quiero seguir estructurando el final. Aún falta mucho, pero ya está próximo. Así que por favor recomienden esta historia, para que lleguemos más rápido a la meta de 1.1k.

Gracias a los que aún siguen aquí, muchas, muchas gracias. Me hacen bastante feliz.

Nos leeremos hasta que lleguemos a los 1.1k. Hasta pronto.

(Este es un mensaje de D.R. del futuro. Ya hemos llegado a las 13k vistas)

 Ya hemos llegado a las 13k vistas)

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