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El taxi paró frente a mi edifico, sacándome de un estado entre despierta y dormida. Toqué el hombro de Jos levemente, intentando levantarlo pero no lo hizo. Por un momento pensé angustiada en cómo lo subiria hacia mi departamento; era un hombre de hombros anchos, alto y un poco pesado. El conductor debió haber visto mi expresíon preocupada ya que me preguntó si tenía algún problema, lo miré y apenada le pregunté si podia ayudarme a llevarlo. Me regalo una sonrisa tranquilizadora, haciendo evidente unas cuantas arrugas que mostraban largos años de experiencia, salió del auto y se encontró a lado de Jos en menos de un instante.
Entre ambos, los llevamos medio inconsciente agarrándolo firmemente para evitar que se nos cayera. Una vez en mi piso, saque la llave lo más rápido que pude, dándole paso al señor primero. Lo dirigí hacía mi habitaciórn recostando al castaño sobre mi cama, en realidad creo que lo tiramos en ella.

Llevé al señor a la puerta, tomando un billete de veinte dólares en el camino. En la puerta le agradecí su amabilidad al mismo tiempo que le tendí el billete, tomó mi mano extendida y la enovió en la suya, cerrándola. No dijo nada, sólo sacudió la cabeza mientras me sonreía una vez más.  Tomó la punta de su sombrero y lo jaló hacía abajo, haciendo un gesto de retirada.
Apagué las luces, cerré la puerta con llave y caminé a la habitación. Ver a Jos acostado ahí era algo extraño, nunca había invitado a un hombre mi habitación, solo la vez de Alonso. Pero eso realmente no contaba. Me acerqué a mi clóset y tomé mi pijama para cambiarme en el baño del cuarto. Al salir me acerqué dudosa a la cama y observé cómo tiritaba Jos, al parecer de frío. Le quité los zapatos y cogi una manta cerca de la cama para colocársela encima, hasta la barbilla.

-No te vayas, ¡por favor!- pidió en susurro,tomandome de la muñeca. Pensé por un segundo que estaba despierto, pero levanté la mirada encontrándome con sus ojos cerrados, el ceño fruncido y sus labios ligeramente arrugados. Hice el intento de liberarme pero su agarre se hizo más fuerte, jalándome hacia el

-No me dejes, ¡por favorl- suplicó, moviendo la cabezza de un lado a otro- Ya no quiero estar solo, ya no.- Fruncí el ceño, preguntándome qué era lo que perturbaba su sueño, qué era lo que le había ocurrido.

-Aqui estoy, Tranquilo -Susurré acariciando su cabello con mi mano libre. Entre murmullos incoherentes fue soltando mi muñeca lentamente. Cuando me encontré libre, salí de la habitación suspirando. Ahora menos que nunca tenía idea de lo que haría con él. Mi plan era sacármelo de encima y seguir como si nada, pero en cambio estaba dormido en
mi habitación, delirando cosas y causándome un remolino de emociones al verlo asi. Acomodé los cojines del sofá y me acosté, sintiendo los músculos de mi cuerpo relajarse.


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Hola, Voy a estar publicando mas seguido por aqui👀

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2017 ⏰

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|La Luz De Mi Vida| Jos canela & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora