Malos Pensamientos

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Estaba absorta en mi lectura. Había decidido ignorar el hecho que estaba furiosa "sin motivo" según Soul. ¿Sin motivo dice? Que le coqueteen a tu novio en tu nariz, te lo refrieguen con una sonrisa estúpida en los labios y éste sólo les sonría no es motivo; no, claro que no. Maka Albarn, no seas tan exagerada – nótese mi sarcasmo -.

Ya cuando más adentrada estaba en la historia, siento algo suave que rebota en mi cabeza, pero lo ignoro. Así dos veces más hasta que el control vuelca el libro, echándolo y doblando las hojas de mi libro favorito, MI Stephen King. Oh, por toda la santa mierda de los idiotas, por qué tuviste que hacerme enojar.

Levanté la vista con el infierno en la mirada, buscando al único ser vivo capaz de enfrentarse a la muerte tan descaradamente. Masoquista nada cool.

- Qué. Quieres. – atajaba las ganas de asesinarlo.

- Maka, vamos a salir – Me sonrió. Pero que le sonría a su mamá.

- ¿Salir? – lo miré con desprecio. Lo amaba sí, pero no olvido tan fácil y él debía esforzarse un poco más – No quiero salir hoy… menos contigo - Lo último escupí con veneno. Que le duela.

- Vamos Maka – se acercó a mí – No seas así. Quiero compartir contigo – dejé que me besara el cuello, claro – No me gusta que estés encerrada siempre.

- A mi sí – mentí asquerosamente.

Al fin de mil besos y lindas palabras de súplica acepté. Nos preparamos y al salir robábamos miradas de envidia y suspiros. Él, con el cabello hacia atrás y algunos mechones cayéndole a la altura de los ojos, camisa roja con rayas remangadas sobre su saco de 3/4, el pantalón que marcaba sus piernas y calzado también negro deportivo elegante, hacía ver por qué embobaba a tantas chicas, incluyéndome. Y yo, el cabello suelto con unas finas trenzas en los costados unidos por atrás, guantes largos y negros con brillantes pasando los codos, vestido sin tirantes también negro con un escote profundo, unido con lazos grises, y un tajo que llegaba mas allá del muslo también unido con lazos grises que remarcaba más la esbeltez de mi cuerpo, y mi calzado negro que imponía tanta elegancia como mi presencia, haciendo imposible que no girasen y admiren. Me molestaba, pero más a Soul y amaba esa reacción.

- Será una velada magnífica – le sonreí antes de darle un beso en los labios, el cual correspondió con gusto.

***

- ¡Magnífica las pelotas, imbécil! – Rugí furiosa – Ni se te ocurra venir hasta aquí, Evans - ¡BRAM! El portazo se habrá escuchado por todo el barrio, poco y nada me importa la verdad.

¿Que qué paso? Pues cuando llegamos al restaurante; nos topamos… no, Blair se encontró con los brazos de Soul intentando darle besos… y eso solo para comenzar. Yo ardía en rabia y ella solo me sonreía. También le sonreí y suavemente le dije que se aparte si no quería sus tripas para las ratas y su cabeza colgando en frente del portón como premio de la mayor zorra y advertencia a las demás. Con cara de asco se alejó un poco más de mi alcance, dándole un beso en la mejilla a Soul, el cual correspondió con un guiño. Recibió un golpe "suave" en el estómago como propina. Cuando trataba de remendar su error – se divertía el muy imbécil –, aparece nada más y nada menos que Kim. ¿Estaba planeado o que pasaba? ¿A quién mas encontraría, a Spirit? Por Kami-sama. Fui asquerosamente humillada por esa baka (y Soul no hacía nada; claro, porque "no era cool" ser descortés con una dama), pues la invito a nuestra mesa, acaparó toda la atención o eso trataba y yo estaba por reventar. Le limpio la comisura de los labios y eso fue el detonador. Serví el vino, llenando dos copas a su punto máximo y las derramé ambas en su cabeza.

Malos PensamientosWhere stories live. Discover now