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Fuimos juntas al lugar para dar un poco de cuidado a la casa, hacer la rutina de la semana... ir acomodando cuartos, cocina, que las habitaciones quedaran adecuadas.

Mi amiga, quien poseía una galería, me había ayudado en el principio, ella aportó algunos benefactores, yo me hacía cargo de la administración. Logramos obtener una licencia del gobierno, pero nos habían advertido que para poder seguir funcionando, debíamos encontrar una fuente de ingresos un poco más estable. Entre los amigos de Mía, mencionaron a los deportistas, quienes siempre daban obras de caridad para las relaciones públicas.

Mi propósito, Garry Fisher, el mejor boxeador, varias veces campeón de peso medio ligero a nivel mundial. Él podría ayudar a mantener la casa, claro que yo apoyaría con el ingreso de las acciones de mi padre, pero eso no era suficiente.

-¿segura que quieres hacer esto? – preguntó con preocupación mi amiga –no parece ser el mejor momento.

Estábamos afuera de la gran casa del boxeador. Vimos camiones llevándose algunas cosas. A varias personas en la entrada.

-Tiene que ser ahora... necesita apoyo de alguien, quiero llegar a ser el hombro en el que pueda recargarse.

-Está bien – suspiró -. Necesita ayuda, no lo vayas a lastimar.

-Sabes que soy incapaz de eso – dije con sinceridad.

Salí del auto y caminé hasta llegar a la entrada. los hombres que estaban ahí me dejaron pasar, llevaban uniforme de una compañía que no logré identificar. Caminé cautelosamente en el interior de la casa... me acerqué al comedor y alcancé a escuchar un pedazo de conversación:

-Sabes que sólo busco lo mejor, voy a donde está la oportunidad de conseguir dinero, por desgracia no puedo decir que contigo lo logre, no por el momento... a lo que me refiero es que es mejor posponer un poco las cosas..."

Un señor de piel oscura salió y me vio, se rió irónicamente y se alejó.

Me asomé y encontré a Garry sentado en una silla. Rodeé la mesa y lo vi. No tenía la mirada enfocada en nada, se veía desgastado, mal. Me senté frente a él, reconoció que había alguien y levantó la mirada.

-No estoy disponible para entrevistas.

-No vengo a eso.

-¿Y a qué si no?

-Quiero ayudar – ahí fue cuando mostró un poco de curiosidad y se acomodó en la silla.

-¿Quien eres?

-Digamos que soy una admiradora, en realidad alguien que quiere ayudar – pensé un poco por lo que había dicho, no era del todo mentira, sería una relación mutualista de ayuda.

-Nadie puede hacerlo – lo miré confusa -. He perdido todo esto. En un par de días se llevan a mi hija, la separan de mí. Nunca me lo perdonará – suspiró agotado -. No creo que puedas hacerlo, aunque lo agradezco.

-lo haré -. Me levanté de la silla -. Regresaré a hablar contigo, cuando estés más lúcido – toqué su hombro con suavidad -. Por el momento creo que deberías de hablar con tu hija, aún tienes tiempo.

Le sonreí y salí.

En cuanto llegué al carro, me subí y solté el aire.

-Nunca pensé que me fuera a poner tan nerviosa – confesé a mi amiga. 




DECIDÍ SEPARAR EL PRIMER CAPÍTULO POR PARTES...

pero me gustaría saber cuál es su opinion

#PreguntaDelDía ¿capítulos largos o cortos?

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⏰ Last updated: Nov 29, 2017 ⏰

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