Like I Would (Evak/Josak)

Mil y una vez

"Mis anclajes no pararon tus instintos, 

ni los tuyos, mis quejidos"

Hace ocho años

Estaba temblando

Parecía que hubieran pasado años desde la última vez que había dejado de temblar

El médico al que mi madre me había llevado ayer me dijo que era mi forma de llorar

Los niños normales lloran, pero yo, que tengo un trauma, tiemblo

Yo, que soy un mal hijo, tiemblo

Yo, que no pude hacer nada para salvarla, tiemblo

Yo, que fui el culpable de lo que pasó, solo tiemblo

Entramos en un caro vecindario, con casas que parecían dignas de príncipes, con amplios jardines y piscinas

- ¿Qué hacemos aquí? – dije entonces, consciente de que ya no quedaba nada de la voz dulce que un niño de trece años debería tener. La había perdido el mismo día que había empezado a temblar

Pude notar la mirada triste que me dirigió mi madre al escuchar le tono duro y afilado que había adquirido mi voz a lo largo de los últimos años

- Esta será tu nueva casa Even

- No necesito una nueva casa – contesté, mientras algo en mi interior quemaba por haberle hablado así

Si tan solo ella entendiera que no la odiaba. Que sabía que no era su culpa

SI tan solo yo pudiera dejar de odiarme por lo que había pasado

SI tan solo pudiera decirle que esto no era un castigo para ella, si no para mí

Que me estaba prohibiendo desarrollar sentimientos por cualquiera, como castigo por lo que le había hecho a mi madre

El conductor del taxi paró delante de una de las casas más bonitas de todas, y nos ayudó a bajar las maletas. Rápidamente aparecieron por la puerta un hombre algo mayor que mi madre, aunque atractivo, y otro niño pequeño, unos dos años menor que yo

Él fue el primero que se acercó a mi

- Me llamo Jonas y voy a ser tu hermanito – dijo, dejándome entrever una hilera de dientes en la que faltaba uno

- ¿Por qué te falta un diente? – pregunté entonces, con el ceño fruncido

- Porque el ratoncito Pérez lo va a venir a buscar hoy – dijo él, moviendo la cabeza de la felicidad, haciendo que uno de sus abundantes rizos tapara su rostro

- Ah – contesté, sin saber bien que otra cosa responder

- ¿Y tú, por qué estas triste? ¿Es por tu papá?

Una furia que jamás había experimentado comenzó a subir por mi pecho. Cuando le miré, a punto de empezar a gritarle que qué le importaba a él eso, agarro con sus pequeñas manitas una de las mías, y dijo

- Mi mami también murió hace un año. Pero ahora nos tenemos el uno al otro hermanito

Esa fue la primera vez que amé a alguien, aparte de mi madre, y que le defraudé, pues había estado a punto de ser una persona despreciable con él