Imposible quererla de verdad

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Pov Jayden

No sé cuánto tiempo llevo aquí sentado, tampoco sé cuando se despertará, solo sé que cuando lo haga me enfadaré con ella, no puede hacer eso, es... Es... No encuentro palabras para expresar lo que siento ahora mismo, ya que si digo que al entrar aquí y verla las manos vendadas, una mascarilla en la cara y algo raro para medir sus pulsaciones en el brazo, me duele, me quedo corto.

La palabra esquizofrénica no se va de mi cabeza ¿desde cuándo lo es? ¿Por qué no me lo contó? ¿Por qué me lo iba a contar a mí? Me odia los 23h al día. ¿Por qué se ha hecho esto? ¿Se lo dijo la voz? Si la voz le digo que agrediera a Bonnie también la pudo a ver dichos que se matara, sabía que algún trastorno tenía, eso estaba claro, pero lo escondía bien, a mí se me pasaba por la cabeza que tenía TIE, trastorno de ira explosiva, ya que pacífica no es, ella por lo menos no. Pero la esquizofrenia va más que eso, una voz en tu cabeza tan real para ti que a veces puede tener hasta forma de persona y hablar contigo como si de alguien real se tratase, pero ella no padecía los síntomas ¿o sí y no me di cuenta?

Por culpa de esa voz, yace inconsciente en una camilla del hospital, con un loco... ¿enamorado? ¿Eso es lo que estoy por ella? ¿Estoy enamorado de El Diablo? JANE MILLER ¿Qué me has hecho?

- Sabes Jane, soy un cobarde y por eso te voy a decir eso ahora que no me puedes escuchar. Estábamos en clase de religión y el profesor nos dijo "pensar en algo que os haga felices" y me imaginé a ti sonriendo y mi mundo se paró, porque tú, mi querido diablo eres mi mundo, y te quiero con todo, tus heridas, tu pasado, tus problemas, tu mala leche, tu carácter, tu todo, porque todo tú eres alucinante, y porque después de estar, segundos, minutos, horas, días, meses seguidos sin parar de pensar en ti me di cuenta de que sí, estoy enamorado, y no solo de tu cara bonita, sino de todo tú. Jane Miller, estoy jodidamente enamorado de ti y no cambiaría lo que siento ahora mismo por nada del mundo. Ahora solo me falta esperar, tener esperanzas de que tú también me quieres, de que al despertarte vendrás donde mí y me dirás qué me quieres, me abrazaras y por fin le pondremos a esta triste historia el final que se merece... qué fácil es fantasear con el final feliz ¿verdad? Y qué lejos está de la realidad, moriría por despertarme cada mañana a tu lado y que tú fueras lo primero que vea por la mañana, hacerte enfadar solo para que arrugues la nariz y pasarme el día entero molestándote solo por diversión, luego salir de casa corriendo, porque conociéndote me matas y antes de irme a dormir susurrarte un te quiero pero no uno de esos que se dicen por decir, si no uno de verdad, uno de esos que sabes que son tan sinceros como tu amor hacia esa persona.
¿Sabes qué? Si me dijeras ahora que me quieres me harías el jirafo más feliz del mundo, creo que hasta lloraría de felicidad y mira que no soy muy de llorar, lloré cuando te trajimos al hospital porque ballenoide te había cortado y no parabas de sangrar, lloré por ti cuando tú no tenías fuerzas para hacerlo y lloré al pensar que hoy te perdería, porque si tú te vas yo me muero, si no sales de esta... No... No sé que haré, porque te necesito y una vida sin ti no es vida. Porque el jirafo y El Diablo juntos son la pareja más sexy que habrá en la vida y porque tanta belleza no puede ser desperdiciada con otras personas, ojalá me pudieras escuchar, ojalá me dejaras ayudarte a coser tus cicatrices poco a poco, porque no quiero un para siempre que dure un par de meses, quiero un poco a poco que dure para siempre. ¿Es tanto pedir mi querido Diablo? –Finalizo sin atreverme a mirarla a la cara a pesar de tener los ojos cerrados, no he estado más rojo en mi vida y mucho menos por algo como esto, me corrijo, nunca he dicho nada como esto, me senté mejor en la silla ya que la espalda empiezo a estar incomodo así sentado, apoyé una mano en la camilla para levantarme, me puse de pie y al verla sonreí. - Te dejo descansar mi querido diablo. - Me incliné lo suficiente para que mis labios rozaran los suyos o mejor dicho la mascarillas, y le acaricié la mejilla con cariño, siempre está fría, pero esta vez está helada la mascarilla que llevaba en la boca se empaña cada vez que respira, debe de ser súper incómoda llevarla. Apoyé mi mano otra vez en la camilla y me dirigí a la puerta en busca de Tayler, Álex y Bonnie... Mirando atrás, como esperando que mágicamente despertase y me dijera que me quiere.

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