Capítulo 13

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De la obscuridad empezó a salir un cuerpo rasgado, sorprendiendo a Surgat.

─¿Q-Qué?.

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La chica se encontraba en el suelo inconsciente.

La multitud miraba con desaprobación, lástima, tristeza, etc. Pero uno, solamente uno, estaba comiendo felizmente unas palomitas tamaño Yumbo mientras miraba.

─N-Nadie dijo N-Nada─ dijo una voz entre la multitud.

El rubio dejo de pisar a la chica.

─Lo noté─ Contestó de mala gana mientras veía a la chica inconsciente.

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─¿Me extrañaste?

─La verdad.... No...─ Contestó diferente pero con un tono sorprendido ─Pero... Te habías desvanecido.

─Eso creías... Pero.... Ahora sabes que es mentira.

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De repente el lugar se quedó callado, pero eso no duró mucho ya que empezaron a murmurar entre todos.

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Ambos se miraban fijamente, el silencio se adueñó del lugar.

─Ahora me arias el favor de devolverme mi cuerpo.

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El rubio seguía mirando a la chica, ignorando a todos los presentes.

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Golden al no tener respuesta se enfadó, pero le resultaba extraño el que Surgat le mirara tanto.

─¿Qué tanto me vez?─ preguntó cruzándose de brazos.

─Es que.. ─ empezó a decir ─Te vez bien.

Golden le miró confundido ya que la mitad de su rostro estaba destruido, de hecho, se alcanzaba a ver el cráneo del chico.

─Dejate de tonterías─ puso los ojos en blanco.

─Aunque... Eres mas adorable con tu cuerpo completo─ sonrió coquetamente.

Golden se sorprendió por lo dicho pero ese sentimiento de sorpresa cambió repentinamente a furia.

─¡CÁLLATE!, ¡Devuélveme MI CUERPO!─ le gritó ya cansado.

Surgat suspiró rendido.

─Bien...

Por lo tanto Golden se sorprendió, pensó que no iba a ser tan fácil.

─¿Encerio?─ preguntó incrédulo.

─No─ contestó soltando una carcajada ─Literalmente eres un tonto─ aclaró.

Golden ya echo una furia escupió un 'Te odio' en su cara, sorprendiendo a su contrario.

─¿M-Me odias?─ preguntó pero no recibió respuesta.

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El rubio miró por última vez a su víctima y sin ponerle mucha atención a lo demás, se empezó a retirar.

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Ambos estaban separados sin más solo que el oji-grisáceo se encontraba dándole la espalda.

─Sabes...─ empezó a decir seriamente ─no quiero ser grosero ni nada, pero... Hubiese sido mejor si "Él" no hubiese echo "Eso"─ el chico suspiró ─si esto quisiste desde el inicio, pues. Quédate solo.

─¿S-Solo?, No de nuevo, por favor─ se dejó caer al suelo.

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El rubio al estar ya lejos de la multitud que no le quitaban la mirada de encima, algo en su camisa empezó a pitar rápidamente para despues explotar.

Secretos | Golddy Où les histoires vivent. Découvrez maintenant