Capítulo 23 - La muerte no es el final

1K 88 89
                                    

Kiartan: ¿Yo qué?

Mystika: Sé quién eres.

Kiartan: Querrás decir "qué" soy.

Mystika: Sé qué y quién eres...


Kiartan estaba algo desconcertado, tenía toda la atención puesta en mí y me miraba expectante y concentrado.


Mystika: No debería, ¿no? Pero sabía que esto que sentía no era normal ni de lejos, que sólo podía ser gracias a la magia, ¿verdad, PRIMO?


Por un momento puso cara de sorpresa, pero se recompuso y rio con malicia.


Kiartan: Ya me dijo que eras muy lista... Además de bastante resistente, cualquier otra habría acabado entre mis brazos hace rato.

Mystika: Sí... Tengo mucha fuerza de voluntad.


Llevé mi mano al cinturón, donde llevaba mi espada y justo cuando iba a sacarla algo sujetó mi muñeca contra el árbol, a pesar de que mi primo se encontraba a un metro de mí.


Mystika: ¿Pero qué...?


Volví a sentir una sujeción, esta vez en mis tobillos, la otra muñeca y finalmente en el torso. Miré hacia abajo para descubrir varias lianas sujetando mi cuerpo contra el árbol con fuerza.


Kiartan: El que no ha resultado tan resistente ha sido tu amigo, ha caído rápido.

Mystika: ¿¿Qué le has hecho??

Kiartan: Oh, nada aún, sólo está dormido. Anazaret lo prefiere así, le gusta ocuparse personalmente.

Mystika: ¿También se va a ocupar de mí?

Kiartan: Ganas no le faltan, desde luego y ese era el plan, pero...


Se acercó de nuevo a mí y acarició mi cara con su dedo.

Se acercó de nuevo a mí y acarició mi cara con su dedo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Kiartan: De ti, cariño, ya me ocupo yo.


Su dedo fue hacia mi boca, la entreabrí con un suspiro intencionado y él siguió delineando mis labios, cosa que aproveché para morderle fuertemente.

*¡ZAS!*

Me cruzó la cara con una sonora bofetada que hizo eco en toda la colina.


Diario de una Guardiana | ELDARYA [1a Temp. COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora