Nunca más.

62 9 2
                                    

Hetalia no me pertenece. 
(Notas al final)

Rusia es pequeño, tonto y débil

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Rusia es pequeño, tonto y débil. Se asusta fácilmente, tiene voz de niña y su nariz es demasiado grande.

Gilbert no puede evitar pensar que es divertido y regresa día tras día a molestarle.

Hay veces en que más personas van tras él y eso le enoja, porque el único lo suficientemente genial para molestar a Rusia es Gilbert, solo él debería poder jalar su cabello y marcar su blanca piel con heridas, reírse de sus ojos llorosos y difamar a su gente tanto como le plazca.

Pero le molesta más cuando encuentra al debilucho mirando a Lituania con algo raro, que primero parece admiración, pero luego percibe un toque oscuro que le desconcierta un poco y se obliga a reír para no quedar mal.

Gilbert suele preferir enemigos más capaces, naciones que puedan darle una buena batalla y tal vez una que otra cicatriz de guerra que portaría con orgullo. El tiempo que pasa persiguiendo a Rusia podría emplearlo perfectamente en ello, pero en su cabeza eso suena hasta aburrido en comparación con escuchar los chillidos de niñita del rubio platinado.

Una de esas tardes no le encuentra en el sitio de siempre y dice a sus hombres que se retiren a descansar un rato. Mientras tanto, él se adentra en el bosque nevado ruso. Tropieza un par de veces, pero es tan genial que no cae en ningún momento pese a trastabillar patosamente.

Entonces da con su objetivo. Le encuentra sentado sobre un tronco cortado, abrazando sus rodillas contra el pecho. El primer impulso de Gilbert es ir y comenzar a jalar su cabello, maltratarlo un poco para que los demás no noten lo suave que es. Pero la idea es desechada cuando le ve hablarle a algo.

Un roedor bicolor. Rusia está hablando con un hámster gordo.

¡Ja, patético!

Y el hecho de que se esconda tras un árbol para observarle no le convierte en un acosador. Por supuesto que no. Es un estratega: podría usar la penosa escena para burlarse de él más tarde.

Entonces Rusia, con toda la emoción del mundo, extiende sus manos incitando al hámster a acercarse para hacerle mimos, seguramente.

Y el bichejo cabrón le da una palmada demasiado fuerte para ser algo que mide, con suerte, diez centímetros.

Las mejillas de Gilbert se inflan al contener una gran carcajada tras ver eso y debe cubrir su boca con ambas manos para no ser escuchado. Mientras tanto, Rusia se queda en shock y al cabo de unos segundos sus hombros comienzan a temblar y a la distancia se escucha su triste llanto.

Entonces la asombrosa Orden Teutónica se retira de ahí.

Él no sintió pena por eso. Definitivamente el deseo de abrazarle no pasó por su cabeza.

Horas más tarde va a verle otra vez, pero la hermana mayor le dice que su pobre Rusia todavía no ha superado el impacto de ser rechazado por un hámster.

Maldición, solo era un estúpido hámster. Anímate pronto, no es divertido molestarte si estas tan triste.

Pero Rusia no mejora su estado de ánimo en un par de días más y Gilbert decide tomar acción.

Mientras le da la oportunidad de rendirse y jurar lealtad pacíficamente -pues él también puede ser compasivo, una persona tan genial es capaz de todo-, escucha vagamente a Rusia diciendo algo sobre el lugar donde se encuentran.

Pfft, sus tontas excusas no sirven contra él y saca su magnífica espada, guiando a sus hombres tras dar por hecho el inicio de la batalla.

Crack.

Entonces el hielo se rompe.

Por un momento no comprende nada de lo que ocurre y cuando es plenamente consciente Rusia ya le ha arrastrado fuera del agua. Extiende sus brazos temblorosos y pese al frío que le recorre no tartamudea al hablar.

—Me he salvado.

¿Eh?

¿Por qué sonríes así, Rusia?

Dedos que siempre pensó frágiles rodean su cuello en un fuerte agarre, prohibiéndole poco a poco el realizar correctas inhalaciones.

—Orden Teutónica, ¿no crees que te pasaste de la raya?—comienza a decir Rusia, en un tono de falsa amabilidad—. Tienes que pensar antes de hacer algo.

La mueca sonriente se torna en algo tenebroso.

—Si haces tal cosa sobre el hielo, es lógico que algo así pasara, ¿no?—continua—. ¿No sabes eso? Eres un niño malo.

Las anteriormente cálidas y llorosas amatistas se han vuelto más gélidas que el invierno mismo, provocándole escalofríos que nada tienen que ver con el agua congelada que ha mojado toda su ropa.

—Te detuve, ¿no es así?

Gilbert se queda petrificado. El cuerpo de Rusia sobre sí es un peso mínimo, pero el ambiente le cae como una gran roca encima y el simple ejercicio de respirar es terriblemente costoso.

Y pese a todo, un sólo y terrible pensamiento cruza su mente.

¿Cómo puede lucir tan bien en esta situación? Mi cuerpo no responde, yo...

— L-lo siento...

Los sucesos posteriores y su regreso a casa son un borrón en su cabeza, pero de algo está muy seguro.

Debe alejarse de esas tierras, no debe ver a Rusia por un buen tiempo.

Sueña cada noche siguiente con esos ojos mirándole fijamente y no comprende qué ocurre con él. Y muchos años más tarde, cuando el oscuro deseo de volver a ser dominado de esa forma aparece de una forma, bueno, muy diferente, comprende que es algo bastante malo.

Pero nadie lo sabrá nunca, porque lo que escribe en sus memorias es algo completamente diferente a lo que guarda en su corazón.

Pero nadie lo sabrá nunca, porque lo que escribe en sus memorias es algo completamente diferente a lo que guarda en su corazón

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Este relato forma parte de la dinámica del Amigo Secreto de la página Retos Randoms de Randoms Fandoms, en Facebook.

Para:  Amelia Badguy. Llevo mucho tiempo alejada del fandom de Hetalia y no había echado mucho ojo a esta parejita, pero espero te gusté esta pequeña historia, le he puesto mucho cariño :3 Me sostuve del capítulo donde son nenes todavía~

¡Feliz Navidad! 

Nie mehr. [Russia & Prussia One-shot]Where stories live. Discover now