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Justo cuando emprendimos el camino de regreso, en las profundidades de las bolsas de mis pantalones mi móvil comenzó a sonar fuertemente. Rápidamente introduje mi mano y extraje el bendito aparato. Mire la pantalla y reconocí el número al instante. Desbloqueé el teclado y leí en mensaje de texto:

Mi amor,  acabo de llevar, surgieron algunos inconvenientes de regreso, pero ya esto aquí. Espero verte para merendar juntos.

Un beso.

Anne

Respondí el mensaje con un simple… de acuerdo mamá, voy para allá.

-¿Y?- inquirió mi hermoso piloto.

-Anne acaba de llegar y quiere verme para cenar juntos- respondí mientras posaba su mano sobre mi pierna que estrujaba suavemente. Volvió para mirarme y regalarme una de sus adoradas sonrisas.

No tardamos en mucho en llegar a Villa Florencia, era ya noche cuando así lo hicimos, así que los pocos semáforos ya no funcionaban y pudimos ahorrar más tiempo.

Louis disminuyo velocidad a unos cuantos metros de mi casa, hasta que por fin se detuvo en la entrada. Al instante pude ver el automóvil de mamá estacionado, junto al otro y las luces de la casa encendidas iluminado tenuemente el interior. 

-¿Crees que pueda pasar a cenar?- pregunto Louis, como un niño. Volví la vista a él y sonreí con una sombra de tristeza en mí rostro.

Suspire profundamente, para armarme de valor.

-Por hoy no lo creo posible, Louis. En verdad necesitamos resolver esta situación antes de plantearle cualquier cosa a Anne, es muy suspicaz y no dudo, ni por un instante que pueda darse cuenta de algo. En verdad lo siento mucho.- dije en voz baja.

Louis guardo silencio, poso su mirada en un lujoso automóvil descapotable, estacionado al otro lado de la acera del que no me había percatado.

Después hablo, posando su gentil mirada en mi rostro:

-No te preocupes, te entiendo.- Soltó, sin mostrar amago alguno de molestia o algo que se la pareciere. Su mano acaricio mi mejilla, después tomó mi rostro y me acerco a sus labios, los posó sobre los míos y me besó suavemente.

-No vemos mañana, ¿te parece?- inquirió poniendo sana distancia entre nosotros dos.

-Me parece muy bien- dije, mientras encendía el motor del auto. Sin más tire de la puerta y salí al frío de la noche. Y antes de que hubiese cerrado, Louis coloco su brazo sobre el asiento del copiloto y habló para mi sorpresa:

-Te amo-  

Me quede ahí plantado, fascinado con su bella sonrisa que se dibujaba en su rostro.

-No tanto como lo hago yo- fue lo único que atine a decir. Acto seguido, cerré la puerta, mientras él movía la cabeza de un lado a otro, con su amplia sonrisa en su rostro que dejaba al descubierto sus dientes blancos.

Espere hasta que se perdió en la calle. Después seguí mi camino, sin antes dirigirle una mirada al llamativo automóvil que había visto hace unos instantes. Sin más, me dirigí a casa, oyendo como la grava crujía bajo mis pies.

Abrí la puerta, y me adentre a la calidez del interior, arroje el juego de llaves a una pequeña charola que estaba a mi lado, sobre una vieja mesa. Me quite la chamarra y la colgué en el perchero. Cuando me dirigía a la sala, Anne salio de la cocina, con una pequeña charola en las manos donde reposaban una jarra de porcelana con algo caliente, por que despedía una cantidad considerable de vapor y una par de tazas que le hacían juego.

-¡Mi amor, me alegra que hayas llegado temprano!- gritó mamá a mitad de vestíbulo. Colocó la charola sobre la mesa y se acerco a mí, para estrecharme entre sus brazos.- ¡No sabes cuanto te extraño mi vida!- se lamento, mientras me besaba sin parar en una mejilla y en la otra- Pero la verdad surgieron un sin fin de cosas; no me lo  vas  a creer, pero compre una pequeña casa a la orilla del mar. Como lo oyes, ¡una casa a la orilla del mar!, la verdad fue inevitable, era una oferta tentadora y bueno el lugar es de ensueño: palmeras, olas, arena, la puesta del sol desde la habitación principal, cariño, fue inevitable, pero en cuanto conozcas el lugar puedo jurar que te vas a enamorar de él, como yo lo hice… No, no, no fue una ganga.- La mire con una ternura infinita, mientras continuaba hablando sin parar un instante si quiera. Hasta que pose la vista sobre la charola.- O casi lo olvidaba mi alma, tenemos visitas. Esto tampoco lo vas a creer, pero vas a ver que te van alegrar el día- continuó tomando mí mano para que le siguiera, con la otra, sostuvo la charola magistralmente.- Ven pasa te esperan…

Camine siguiendo sus pasos hasta que llegue al marco de la puerta de la sala de estar, y mucho antes de entrar la sorpresa me golpeo repentinamente.

- ¡¿Tú?!...

BUENO, QUE COMIENCEN LAS APUESTAS, ¿QUIEN CREEN QUE SEA LA PERSONA INESPERADA QUE ESTA EN LA CASA DE HARRY?, HAHAHAHAHAHAHAHAHA, VALOREN Y COMENTE POR FAVOR, ME HACEN FELIZ CUANDO LO HACEN AHHHH, COMO LES HABIA DICHO, SE VIENE LO MEJOR Y YA ESTA AQUI, BUENO, NO SE CUANDO SUBIRE EL SIGUIENTE CAPITULO, PERO NO SE SI SEA PRONTO PUES TENGO QUE ESTUDIAR PARA EL EXAMEN DE ADMISION DE LA PREPARATORIA. AH, QUE LATA, EN FIN LAS AMO, BESUKIS PARA TOOOOOOOODOS, CHAO.

El Otro Rostro de la Vida ➳ l.sNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ