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Trabajo, un hogar propio y responsabilidades.

Fiestas, música y diversión. 

Min Yoongi vivía constantemente en medio de aquellos dos mundos opuestos, en un intento de mantener un equilibrio con su vida. Todo esto lo hacía con el objetivo de que esta no fuera monótona, rutinaria y aburrida, como lo era la de la mayoría de la gente, incluso las de muchos de sus amigos. No creía que dedicarse solamente a lo que uno debía hacer fuera realmente una vida, porque también las personas tienen que hacer lo que disfrutan. Afortunadamente, él lo había encontrado.

Podría decirse que Yoongi no era un amante de las fiestas. El muchacho no solía asistir a ninguna, no se sentía interesado en ellas, ni creía que fuera a encontrarse a gusto en alguna. Sin embargo, todo cambió una noche en la que su amigo Jungkook lo llamó para pedirle que lo acompañara a una, pues no quería asistir solo. Al haber ido con él, descubrió un mundo nuevo.

Música alta, gente que bailaba sin cesar, amigos que hablaban y reían, vasos largos con bebidas de colores extraños y escasas luces. El conjunto de todos estos elementos pudo haberle parecido molesto en algún momento a Yoongi. Sin embargo, en cuanto entró a la desconocida casa en la que una fiesta se llevaba a cabo, se transformó en una persona totalmente distinta, una que no tenía idea que habitaba muy, muy dentro de su ser. Ahora no era el chico tranquilo, callado, correcto y organizado, sino el que cantaba a gritos las canciones que le gustaban, quien se animaba a bailar sobre una mesa junto a su mejor amigo, y quien bebía alcohol hasta sentir que su cabeza estallaría al día siguiente. Desde el preciso momento en el que Yoongi conoció esa otra parte suya, comenzó a amigarse con ella y a frecuentar dichos eventos sin importar quién fuera el anfitrión. Si había una fiesta en la ciudad, él se encargaba de ir. Por supuesto, solo durante los fines de semana, cuando tenía tiempo libre para descansar.

A pesar de toda la diversión, Yoongi sabía muy bien que era una persona que se aburría demasiado fácil de todo. Por eso, no le sorprendió en lo absoluto haberse dado cuenta de que las fiestas se habían empezado a tornar aburridas para él. No obstante, no quería dejar de ir a ellas, ya que aún necesitaba de un escape de su día a día. Por esa razón, decidió encontrar algo más que hacer que solo bailar, y, en cuestión de unas semanas, lo encontró. 

Decenas de personas asistían a las grandes fiestas, no solo por la música o los amigos, sino también para enredarse con alguien un rato, solo por una noche, y él lo quiso intentar. Un par de bebidas habían bastado una noche para desinhibirlo lo suficiente como para que pudiera tomar el valor de dar el gran paso: agarrar a una bella persona de la cintura y besarla durante largos minutos. Era divertido e interesante, incluso mejor que lo que era ser solo un loco en medio de la pista de baile.

Yoongi comenzó a entretenerse bastante con su nuevo pasatiempo. Primero, observaba a su alrededor y caminaba hacia la persona que más llamaba su atención. Después, se arrimaba un poco más para besar suavemente a quienquiera que fuera que hubiera elegido. Por último, sin decir mucho —a veces, de hecho, incluso sin decir una palabra—, iba con su acompañante a terminar aquella sesión de besos en algún otro lugar más privado, como en alguno de los baños, en una habitación, en el balcón o en el patio de atrás, aunque esto nunca iba más allá.

Todas las personas que Yoongi elegía eran diferentes y completamente extrañas para él. Sin embargo, tenían algo en común: nadie había logrado llamar su atención más que para un rato en medio de una fiesta. De todas formas, eso no era lo que él buscaba. Debido a experiencias anteriores, sabía que no sería bueno para él meterse con alguien de forma romántica. No quería volver a ilusionarse, a sufrir, a sentirse rechazado, como ya le había sucedido en el pasado. Ahora que había encontrado este otro nuevo mundo, era capaz de vivir momentos en los cuales solo pasaba un buen rato con gente desconocida sin llegar a nada serio, y le parecía perfecto.

Kissing Strangers [Yoonmin] [One Shot] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora