Nuevo héroe. Nueva amenaza#1 ▪Max Steel Y Tú▪

23

Cuando llegamos Sydney fue la primera en hablar.

-quiero que dejes a Max -dijo sin rodeos.

-espera... ¿qué? -la miré confundida- ¿porqué habría de hacerlo?

-eres mi amiga, dijiste que si me gustaba alguien me ayudarias -se giro a verme con el ceño fruncido.

-sí pero Max es mi mejor amigo -me crucé de brazos- no me alejarme de él por tu capricho.

-joder, lleva gustandome desde hace dos años -movio sus manos frenéticamente.

-ese no es asunto mío -suspire- lamento decirte que él no siente nada por ti. Solo Cariño, pero de amigos.

-¿cómo estas tan segura? -me miraba con enojo, no sabía que decirle. Sabía que Max no sentía nada por ella porque él mismo me lo había dicho, además, que me besara también decia lo contrario.

-mira, no quiero problemas -trate de irme pero me detuvo- si quieres a Max, adelante, no trataré nada en tu contra, pero no me alejare de él.

Me solto y pude irme. Cuando llegue a mi casillero para sacar los libros que me tocaban vi que Max estaba esperándome.

-¿todo bien? -preguntó.

-sí, solo un problema sin importancia -respondí desinteresada.

-te dijo que te alejaras de mí ¿no?

-¿acaso estabas espiando? -cerré el casillero y lo mire curiosa.

-Kyrby las escucho hablando -se excuso.

-pues si -comenzamos a caminar hacia la clase de álgebra- pero ni de chiste me alejo.

-¿le dijiste lo del beso? -lo miré de reojo.

-no, pero aun debo matarte por eso.

-te gustó... a mi no me engañas.

-no.

-sí.

-no.

-que me siguieras el beso dice todo lo contrario.

-eres un...

-¿buen besador? -soltó una pequeña risa- lo se.

-un idiota Max -camine un poco más a prisa y entre al salón justo cuando dieron el timbre. Me sente hasta atrás como era de costumbre, pero esta vez en lugar de que Sydney se sentara conmigo, fue Max.

-buen día clase -comenzó a hablar el viejo amargado tira galletas- hoy tendremos examen.

Se escucho la queja de todo el salón, menos el mio. No era tan mala en álgebra, al tener padres que hacían negocios y trabajan en Nteek, me ayudaron a comprenderlo mejor.

-saquen lápiz, borrador y sacapuntas - comenzo a repartir los exámenes- el nombre lo quiero con pluma y quiero todos los procedimientos.

Estúpido examen sorpresa.

Lo peor era que falte dos días en los cuales el maestro avanzo con los temas. Supongo que pondría esos temas en el examen.

Comencé a leer cuidadosamente cada ejercicio. No pude evitar acordarme del anime Ansatsu Kyoshitsu y sonreí para mi misma. Recuerdo que el director Asano les dio temas solo a los grupos del Instituto y a los de la clase E los dejo fuera.
Algo así era mi caso.

(***)

Cuando sonó la campana que indicaba el cambio de clases todo mundo entrego el examen y salieron del salón.
Max y yo salimos al mismo tiempo. Sydney se había perdido del examen y Kyrby al llegar tarde, lo sacaron, pero repetiría el examen mañana.
Me tocaba la clase de deportes, aunque no quería tenia que ir, solo necesitaba ponerme el uniforme de deportes.
A Max le tocaba francés, así que se fue a su clase.

Cuando llegue pude notar que Sydney ya estaba lista para la clase. La maestra ya estaba llegando así que deje mi mochila en las gradas y fui a tomar mi lugar en la fila.

-darán diez vuelta por toda la cancha para calentar -dio la orden e hizo sonar el silbato. Todos corriamos en fila, a las cuatro vueltas la mayoría ya se había cansado y bajaban la velocidad.

-todo esto te ayudo -hablo Luck en mi cabeza.

-lo se, pero mejor callate, no quiero que me traten de loca.

Continúe corriendo, solo me faltaban tres vueltas. Cuando pase a un lado de Sydney, me puso el pie y lo consecuencia, caí. Pero como si no fuera suficiente el pasar vergüenza, me lastimó el tobillo.

La maestra llego en seguida y regaño a Sydney. Pues lo que había hecho significaba la posible suspensión o si el director estaba de malas. La expulsión.

-¿te duele si lo muevo? -tomó mi pie y lo giro levemente, pero el dolor era demasiado así que me queje- los demás sigan con los ejercicios, doscientas lagartijas.

-¡_____! -grito Kyrby corriendo hacia donde estaba seguido de Max- ¿qué paso?

-llevala a la enfermería -Kyrby me cargo y Max fue con Sydney, mientras la maestra iba junto a nosotros.

Cuando entramos a la enfermería me a costaron para que la enfermera me pudiera revisar.
Los demás salieron, después de eso entro el director y la maestra.

-¿qué alumna le ha hecho esto? -fue directo.

-Sydney.

-traiga a la señorita Sydney.

Al paso de unos minutos la maestra llego con Sydney y pocos segundos después entro Max.

-señorita Sydney, ¿sabe que lo que ha hecho significa suspensión? -dijo con su típico tono de voz autoritario, podía intimidar a muchos, a excepción de mí.

-sí -respondió bajando la cabeza.

-¿algo que decir? -se cruzó de brazos.

-mi plan no funciono bien -dijo sonriendo.

Hija de toda su...

-bueno, no se presentará en esta última semana de clases que queda y por consecuencia, sus notas bajaran.

-bien -fue lo único que dijo y se fue.

Estoy confundida ¿porqué Sydney de pronto tiene esa actitud de zorra?
Hace unos días estabamos perfectamente bien. Después de la carrera ella se volvió un poco cortante, pero pensé que estaba en sus días o algo así.

-estará bien -dijo la enfermera- solo necesita descansar y hacer unos cuantos movimientos con el pie y para mañana ya podra caminar mejor. Pero por hoy es mejor que descanse.

-¿alguien que pueda venir por ti? -me pregunto la maestra a lo que yo negué. Mis padres se habían marchado de nuevo a donde estaban.

-yo la puedo llevar -dijo Max. Por un momento me olvide de él.

-esta bien. Justificare la falta de ambos -la maestra se fue y Max me ayudo a ponerme en pie.

-no hace falta -dije tomando la mochila, la cual Kyrby había traído cuando me trajo aquí- puedo irme sola.

-se que puedes pero no quiero. -me quito la mochila- ahora vamonos.

Salimos de la escuela conmigo en la espalda de él. Esto de estar lastimada tiene sus ventajas.

-¿traes el carro? -pregunte cuando vi que nos dirigimos hacía los autos.

-si.

Cuando llegamos me baje de su espalda y me sente.
Todo el camino a mi casa fue silencioso, nada incomodo, fue un momento en el que me di cuenta en que camino a mi casa hay una pizzería.