9. Besos de buena suerte, rumores y abrazos.

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* * *

En el medio del partido de fútbol, Dakota llegó en mi ayuda después de estar esperando con impaciencia un buen rato. Liam me consiguió buenos asientos, lo que nos daba a mí y a Dakota una mirada perfecta y cerca del juego. A pesar de que no entendía absolutamente nada de fútbol, comencé a entender algunas cosas sobre él. El partido estaba a punto de terminar, y tendría que esperar a Liam ya que él me llevaría a casa en su coche. También me invitó a la fiesta posterior, dijo que siempre celebraban los partidos, incluso aunque perdieran.

- Hey mira. - Oí que dijo alguien, y por el rabillo del ojo, vi a dos chicas mirándome. - Son Ariel y Dakota. - Dijo.

Y entonces las dos se empezaron a reír, lo que me hizo fruncir el ceño y que mi estado de ánimo bajara notablemente. ¿Qué era tan gracioso en nosotras? No llevábamos nada ridículo ni nada por el estilo, así que no entendía por qué se estaban riendo de mí y Dakota.

Me incliné hacia Dakota. - Esas chi...

- Lo sé. - Respondió, con una voz menos optimista de que tenía por lo general. Y eso me hizo darme cuenta de que a ella también le había afectado. - Ignóralas, Ariel, sólo son dos niñas estúpidas que se creen geniales insultando y riéndose de la gente.

- He oído que Ariel está tratando de acercarse a Liam. - Escuché que le susurraba a su amiga.

Estreché las cejas y me tensé al instante de escuchar esas palabras. ¡No quería acercarme a Liam! ¡Era él quién siempre se acercaba a mí! ¡Era todo lo contrario!

Los ojos de su amiga brillaron con diversión ante el rumor. - ¡Yo también oí eso! ¿Quién se cree que es? Ella nunca podría estar con un tipo como él.

¡Ay! Eso había dolido. Es decir, a pesar de que no quería salir con él, sus palabras significaban que no era nada guapa o "cool" como para estar con alguien como Liam.

Eso sólo eran rumores.

Recuerda, Ariel, es Liam quien se acerca a ti, así que eso son puras mentiras.

Entonces las oí reir y darnos una última mirada, lo que hizo que mi nivel de autoestima bajara aún más. Entonces me dí cuenta de esas chicas. Una era la chica que me estaba mirando con dagas asesinas cuando Liam me invitó a sentarme con él en el almuerzo, y la otra era la chica que había estado sentada a su lado.

No era de extrañar que estuvieran siendo tan duras con nosotras. ¡Me odiaban!

- Y parece que también intenta acercarse a Nathaniel. - Dijo. - ¿Qué demonios pasa con ella? Tratando de coquetear con todo el mundo.

Y eso fue la gota que colmó el vaso.

No podía soportarlo más.

Me puse el bolso sobre el hombro, y me levanté tan rápido como me fue posible. Sin mirar a las chicas, me eché a correr lejos de ellas, y oí a Dakota llamarme, a sabiendas de lo que estaba haciendo.

Mientras me alejaba, oí a un montón de gente gritar de alegría, lo que me notificaba que el partido de fútbol había terminado. Eché un vistazo al marcador y parecía que el equipo de Liam había ganado esa noche. Y entonces me di cuenta de que Dakota estaba discutiendo con esas chicas, sonreí brevemente ante lo valiente que era. Era increíble. Dakota siempre le decía a la gente lo que pensaba. 

Vi a Liam aplaudir y celebrar con sus amigos, luego me miró, y su expresión de felicidad chispeante cambió a una de confusión y preocupación.

Apartando la mirada de él, me alejé del campo.

- ¡Ariel!

Oí su voz desde la distancia. Las personas que no hacían más que vitorear hacían que fuera difícil escucharlo, pero aún así lo hacía. Me abracé a mí misma y me froté los brazos para mantenerme caliente, se había vuelto de noche casi de repente y se había levantado un viento frío, por lo que mis brazos estaban helados y necesitaba calor; y el calor de mi cuerpo era todo lo que tenía. Liam sonaba como si realmente estuviera preocupado, aunque no me sorprendió. Es decir, se supone que debe cuidarme, ¿no? A fin de cuentas es mi niñero.

No podía culparlo. Él no había hecho nada. Todo era culpa de esas chicas, a pesar de que todo era una gran mentira, mi mente me convenció de que era verdad; el hecho de que ellas o más gente pensara que fuera verdad contra mi palabra, no hacía nada. ¿Debía irme o quedarme? No quería dejar a Dakota y a Liam solos, no tenían la culpa; pero al mismo tiempo necesitaba estar sola.

- ¡Ariel! - La voz de Liam se escuchó con más claridad, era más fuerte, más desesperada, y parecía que estaba más cerca. - ¡No me ignores! - Dijo, sus pasos eran más rápidos, estaba corriendo.

Estaba demasiado asustada como para mirar atrás. Entonces de repente sentí dos manos sobre mis hombros y me di la vuelta para mirarlo. Mis ojos no mostraron ninguna emoción, la verdad era que nunca lloraba. Sólo estaba molesta.

- ¿Qué es lo que...?

- No. - Me interrumpió, sus ojos se oscurecieron y se volvieron casi negros. - ¿Qué haces tú? - Me preguntó, su voz estaba llena de desesperación por una respuesta. Sus ojos se calmaron un poco, no del todo, pero sí decían que estaba un poco más tranquilo. - Pareces molesta. - Dijo, reduciendo su tono.

Negué con la cabeza. - Estoy bien, Liam. - Le dije, aunque en parte fuera mentira. Por alguna razón, su afecto me hizo sentirme mucho mejor. - Es que... - Me callé, mirando hacia otro lado, pensando. - Quiero irme a casa. - Dije finalmente, mirándole de nuevo.

Mi rostro no debía mostrar diversión, hablaba en serio. 

Él no dijo nada durante un segundo. Entonces lo vi enderezar la espalda, curvándose ligeramente hacia abajo para coincidir con mi altura y luego volvió a mirar a sus amigos que seguían riendo y disfruando la victoria.

- Está bien. - Dijo, mirándome, y me dio una sonrisa reconfortante.

Me tensé un poco. Estaba actuando de manera diferente, pero en el buen sentido. Lo que me gustó de lo que había hecho no era sólo que fuera llevarme a casa o el haberme preguntado si estaba bien, también era porque no me había preguntado qué había pasado. Entendiendo que ahora mismo no tenía muchas ganas de hablar.

Me estremecí un poco recordando el frío que hacía. Liam se dio cuenta de eso y me dio su chaqueta del equipo; aunque en vez de dármela la puso sobre mis hombros, y la sujeté con fuerza para evitar que se cayera.

- Vamos, Ariel. - Dijo, envolviendo su brazo izquierdo alrededor de mis hombros, dándome un poco de calor extra. - Olvídate de lo que pasó... lo que sea que sucedió.

Dejé de caminar, y él se quedó quieto, mirándome, y levantando una ceja. Me acerqué a él, extendiendo los brazos haciendo que la chaqueta cayera al suelo y luego envolví los brazos alrededor de su cintura. Liam se tensó un poco, sorprendido por mis acciones repentinas, pero no me importaba. Me había alegrado conocer este lado de Liam. 

Poco a poco, su cuerpo se calmó y envolvió sus brazos alrededor de mí.

- Gracias, Liam. - Susurré, con la cabeza pegada a su pecho.

* * *

¡Hola de nuevo! Aquí traigo otro cap. Muchas gracias por esperarme y todo eso, soy muy pesada. En fin, me tardé un poquito pero ya estamos aquí de nuevo, así que... ¡gracias por todos el apoyo que me están dando! Ni yo me lo creo xD

¿Me dices qué opinas del capítulo? Me haría muchita ilusión :3

¡Disfrutad!

Y recordad; ¡comentar y votar es gratis! *Introducir voz de anuncio*.

Cheeky Love, xx.

El Playboy es mi Niñero, [SP#1] | ✓ editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora