CAPÍTULO 3

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PICTURE TO BURN.

El viernes por la mañana, a la hora del almuerzo, me siento en la misma mesa de siempre con mis mismas chicas de siempre. Mientras saco el sándwich que me he traído de casa, escucho a Grace parlotear sobre la cita que tiene el sábado. Está muy emocionada porque la ha invitado a salir un chico del equipo de béisbol. ¡Si ella supiera que yo voy a pasarme el fin de semana entero con el segundo capitán del de fútbol! Pero la única que lo sabe es Emily. Bueno, y también Scott, claro. Y, además, lo mío no es una cita. Es casi trabajo. Cam ha hecho un plan muy apretado para los tres días que tenemos por delante, y me lo envió anoche por mensajería instantánea. Tuve que decir que vale, porque no entendía ni la mitad de lo que decía. Viernes por la tarde, look. Sábado por la mañana, confianza. Sábado por la tarde, relaciones sociales. Domingo, acción. A saber lo que tiene en mente. Pero no importa. Tampoco tenía nada mejor que hacer durante este fin de semana de todas maneras. Y, al parecer, él tampoco y eso es lo que me extraña.

Lo veo pasar charlando con su amigo Ryan, justo a la espalda de Grace y de Mia. Me mira, probablemente al notar mis ojos fijos en él, y me guiña un ojo. Le respondo con una sonrisa. Ayer apenas lo vi en todo el día porque no coincidimos más que en una de las clases. Por la tarde tenía entrenamiento. Hasta la noche no me envió el planning. Pero nada más. Ese guiñito que me acaba de dedicar me da a entender que no se ha olvidado de mí y de nuestros planes pendientes para esta tarde.

—¿A quién sonríes? —pregunta Grace, intrigada, girándose y buscando entre la gente.

Nunca en su vida se imaginaría que a Cameron Parker, así que aunque lo haya visto ahí, delante de sus narices, charlando con Ryan, ni lo toma en cuenta.

—No. A nadie. —Lo niego bajando la mirada a mi comida—. Me estaba acordando de una cosa graciosa —miento.

—Hablando de cosas graciosas... —Me echa un cable Emily empezando a narrar una anécdota de Scott.

Veo que Grace me dedica un par de miradas más, pero luego enseguida pierde el interés en interrogarme. No como Emily que, aunque ahora está dándome un poco de cancha para no tener que contarles nada a las demás por el momento, no ha parado de interrogarme en el día y medio que ha pasado desde que descubrió que Cam y yo éramos amigos en Facebook. Su primer mensaje llegó antes de que el guapo moreno me dejara en casa el miércoles por la noche tras nuestra sesión de creación de chica mala en proceso. La madre de Cameron había llegado ya y él me la había presentado y le había dicho que iba a llevarme a casa y volvía en veinte minutos. La señora Parker no parecía excesivamente feliz de que su hijo estuviera con una chica en casa, pero no dijo nada, al menos delante de mí. O a lo mejor es que no parecía excesivamente feliz y punto, tampoco puedo estar segura. Luego, nada más arrancar el coche, Emily me mandó un mensaje al móvil diciendo: "¡Eres amiga en Facebook de Cameron Parker! ¡Me estoy muriendo! ¡Literalmente!" No me pude tomar muy en serio sus palabras porque suele utilizar el término 'literalmente' bastante a la ligera. Después, mi coach particular habló de cosas sin importancia hasta parar frente a la puerta de mi casa y allí me dijo que continuaríamos con nuestra misión el viernes. Intercambiamos números de teléfono para poder mantener las vías de comunicación abiertas. Y luego él dio la vuelta al coche y se marchó de vuelta a casa. Y, gracias al cielo, mi madre estaba demasiado ocupada, discutiendo con Eric para que recogiera su cuarto, como para estar pendiente de quién me había llevado a casa, así que supuso que había pasado la tarde con las chicas y yo simplemente no desmentí esa suposición. Si llega a saber que me había traído a casa un chico, ya sabía yo bien la que me esperaba. Mi madre es peor que Emily.

Cuando salgo por unos segundos de mi propio mundo de fantasía, me llama la atención el hecho de que Mia está muy callada. Y, ahora que caigo en la cuenta, ni siquiera me ha preguntado qué me paso el miércoles para no llegar a montar en el autobús de vuelta a casa. Y si me vio entrando en el coche de Cameron, ¿no debería estar exactamente en el mismo plan que Emily? Le paso una mano por delante de los ojos y ella me mira y sonríe levemente. Le interrogo solo con la mirada, pero con la mirada me responde que está bien, o que no quiere hablar del tema. En cualquier caso, que no insista.

BadAsh. Saltan chispas.(NO COMPLETA). ¡EN FÍSICO! CON EDITORIAL CROSSBOOKS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora