UNSTOPPABLE

• P R E L U D I O •

Miércoles, Abril 28 del 2031.

—¡Señor, le juro que no tengo dinero! —los lloriqueo del bebé se hacía más potentes y la mujer siseaba para poder tranquilizarlo, pero un señor con un arma en la mano y apuntándole al niño no ayudaba.

—¡No seas idiota y solo dame el dinero o lo mato! —el grandulón vaciló con el arma, convenciendo a la mujer de que iba a matar a su hijo; el tenía una pañoleta que le cubría media cara y su cabello largo que le llegaba a la espalda, también era fornido, sus grandes músculos se ocultaban detrás de una sucia capa negra.

La mujer por instinto besó la cabeza de su hijo y llevó una mano a su bolsillo delantero para sacar un artefacto que no se veía bien desde el punto de vista del grandulón. Ella estaba apunto de entregarle lo que se supone que era una billetera, pero el suave ronroneo de un gato produjo que el grandulón apretara el gatillo, los lloriqueos del niño pararon y el silencio en el callejón se hizo presente, el grandulón ya no estaba ahí, había huido como político corrupto huyendo de sus problemas.

La mujer parpadeó varias veces y miró a su hijo. El líquido color escarlata goteaba por la pequeña cabeza del menor, el muy bastardo le había disparado en la cabeza, estaba muerto en los brazos de su progenitora, quien lloraba desconsoladamente.

El callejón se encontraba en un silencio eterno, solo se oía la respiración agitada de la mujer, la sangre que goteaba del niño y yo. Impactado por lo que acababa de suceder.

-¡Jake! -la señora gritó mi nombre y me miró fijamente- ¡Jake! ¡Tierra llamando a Jake! ¡Reacciona!

Parpadee varias veces y observé a mí alrededor, ya no estaba en el callejón, estaba junto a Logan ¿Que sucedió?

-Oye... ¿Estás bien? -preguntó mi amigo de manera calmada, pero esperando mi respuesta ansiosamente- Parece que hubieras visto a un fantasma.

-Yo... -estoy en la terrible situación de si decirle que acabó de suceder o hablar con la excusa de que recordé que no había hecho la tarea- Solo recordé que no terminé el trabajo.

-Bueno... -el me miró como si no me creyera, pero decidió cambiar de tema-. En fin, debo ir a comprar... cosas. Quédate aquí o entra a una cafetería.

-Sí milord -sonreí y me quedé pasmado al ver la señora del callejón, arrastrando un coche donde encontraba el mismo bebé, ella estaba feliz, como si no la hubiesen asaltado.

¡Ay mamá, ya me asusté!

-¡Señora! -decidí llamarla, pero ella no me pudo oír. Ella avanzó más rápido como si la estuvieran siguiendo, dio varias miradas vacilantes hacia atrás y ahí estaba él, llevaba la misma capa sucia y tenía una de sus manos escondida en un bolsillo de esta.

Fui detrás de ambos y me sorprendí más cuando entraron al mismo callejón de antes, todo estaba igual. Ella ahora cargaba a su bebé en los brazos y observaba al grandulón de manera temerosa.

Me escondi detras del contenedor de basura y observe la escena que se presentaba frente a mi. El sacó su arma y le apuntó al bebé, quien comenzó a llorar.

Estaba pasando lo mismo, solo faltaba el ronroneo del gato.

-Mierda y más mierda -murmuré desde mi escondite y llevé ambas manos a mi cabello indignado- ¿Que hago?

A ver... Analicemos la escena, el gato aparecerá en cualquier momento, debo evitar que haga el ruido ese ¡Malditos gatos inocentes que causan cosas malas!

¿Que hago? ¿Dejar que el bebé muera o enfrentar al grandulón?