capítulo 8

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Estaba decidida.
Ellos tan bien.
Me llevaron a un templo, y en un cuarto, al abrir la puerta me encontré con un cuarto de armas el cual usaría.
Antes de irme me dieron una pequeña caja dorada. Al abrirla traía una fotografía de un laboratorio lleno de tubos de ensayo, y uno de los tubos estaba marcado, y abajo de la señal decía:
ENCUENTRALO Y DESTRUYELO, ANTES DE QUE SEA TARDE.

El mundo perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora