Capítulo 8.

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Realmente esta situación es verdaderamente cómica, ¿qué se supone que se cree? ¿Detective?

No contuve una gran risa, intenté zafarme de su agarre pero lo que obtuve fue tenerlo mucho más cerca, tanto que notaba su respiración con la mía.

Yo: ¿Se puede saber qué haces? Aparta o te juro que te quedas sin descendencia. -dije seria, y era verdad, si no me soltaba su masculinidad corría peligro y mucho.

Óscar: No pienso irme hasta que me respondas -fijó la mirada en mis ojos. Su mirada era bastante intimidante- Yo sé que te conozco, de algo de algún sitio.. pero te conozco..

Genial, mi primer día de clase y estoy a centímetros de un mujeriego que hace carreras ilegales y seguro fume; que a la misma vez fue mi mejor amigo en la infancia. De repente se acercó tanto que notaba el roce de sus labios con los míos, miré a lo lejos y vi a Àlex que me esperaba a la vez que me buscaba con la mirada.

Lo miré. Lo siento.. -susurré y alzando mi rodilla le di en su masculinidad. Vi como al instante se tiraba al suelo con sus manos ahí. "No te rías Sara. No te rías Sara. No te.." no pude controlarme cuando estaba riendo descontrolada, creedme que estoy es realmente divertido.

Óscar: ¡Ven aquí ahora mismo!

Yo: Adiós corazón. -le guiñe el ojo derecho a la vez que alejaba.

Óscar: ¡Me las vas a pagar Sara! ¡Te juro que me las vas a pagar! -gritó retorciéndose de dolor, no me gustaría estar en su piel ahora mismo.

Llegué hasta donde estaba mi primo, tras saludarme y contarle lo que había sucedido con Óscar los dos fuimos a casa aún riendo. Llegamos y ahí estaba mi abuela en el descansillo, sentada en una silla de paja haciendo punto de cruz.

Yo: Hola abuela -besé su mejilla y me arrodillé ante ella. Acarició mi mejilla mirándome-

Abuela: ¿Qué tal tu primer día de instituto?

Yo: Bastante bien, me ha tocado con los compañeros de clase más majos del mundo -sonreí- Oye abu.. ¿podría salir esta tarde a tomar algo? Así te presento a Noe, una amiga.

Abuela: Claro que si Sarita, ¿si no sales ahora cuando lo harás?

Narra Noe

Una vez salir de clases y caminar a mi casa con los chicos, ellos se fueron cada uno a su casa. Nos conocemos desde pequeños, Roy es mi vecino así que lo conozco como si fuese mi hermano. El entró conmigo a casa y se quedó mirando algo en el móvil.

Yo: ¿Qué tanto miras? -reí mirando la cara de imbécil que tenía al mirar la pantalla e intenté quitárselo pero no me dejo y lo guardó rápido en su bolsillo.

Roy: No.. es.. na..nada -dijo bastante nervioso y hasta tartamudeando.

Yo: No me lo puede creer -abrí los ojos descaradamente al ver que estaba mirando. Era el perfil de Whatsapp de Sara.

Roy: ¡Devuelvemelo Noe! ¡Damelo ya! -sus mejillas tomaron un color rojizo entre enfado y vergüenza.

Yo: ¡Te gusta Saraaaaaa! -grité riendo- ¡Dios te gusta, que fuerte que fuerte! -reí aún más y vi como bajaba la cabeza más avergonzado que nunca. Mordi mi labio para dejar de reír y me acerqué a él dándole un abrazo.

Roy: ¿No le dirás nada verdad? Por favor, prometelo -me miró angustiado-

Yo: Roy, creo que debes decírselo, al menos no sé.. intentar hacer que le gustes.

Creo que los dos harían una muy buena pareja. Sara es más baja que Roy, de un tono de piel más oscuro y unos ojos marrones penetrantes mientras que Roy con un solo brazo puede rodearla y hacerla sentir bien, él es cariñoso, divertido y realmente si no lo viese como a mi hermano no perdería la oportunidad de tenerlo a mi lado. Así que no pienso parar hasta verlos juntos. Como que me llamo Noe, ellos dos serán la pareja del grupo y la más popular en el instituto.

¿Casualidad o destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora