Capítulo VI: No mientas.

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Mi clase no es hasta un par de horas, pero hay cosas de las que debo hacerme cargo. Debo buscar a Chad para decirle que lo que quería, unos informes del rectorado, ya se encuentran en mis manos, por lo que camino hacia su fraternidad.

— ¡Jagger!

Me giro y encuentro a Abel trotando hacia mí, su sonrisa es bastante relajada y sus ojos inyectados en sangre, lo que me hace saber que ha estado un poco en las drogas esta mañana.

— ¿Qué tal todo, Abel?

—Bastante bien —Comienza a caminar a mi lado—. Así que, ¿conoces a mi prima Ariane?

Lo hago. Es una bonita pelinegra curvilínea de sonrisa encantadora. Creo que va a la escuela de ciencias jurídicas y forma parte de algún club de debate.

—Sí, la he visto.

—Ella tiene un pequeño enamoramiento por ti, ya pronto será su cumpleaños y me preguntaba si podrías salir con ella en una cita o algo así. Te pagaré, puedo darte dinero o hierba si quieres.

—No soy un muñeco de alquiler, Abel.

Su expresión de desconcierto casi me hace reír, detengo mi caminata para explicarle algo tan básico que parece no entender.

»No soy algo que puedes regalarle a tu prima, saldría o saldré con ella si me intereso de esa forma, pero no puedo ser su regalo de cumpleaños. Aprecio que quieras pagarme, pero pasaré.

— ¡Vamos! Soy su primo, pero puedo decirte que es preciosa. La pasarías genial.

—Sé que es hermosa, pero pasaré en este momento. No me alquilo, avísame si necesitas ayuda con otra cosa y deséale bonito cumpleaños a Ariane.

— ¿No te convence si te doy un poco de hierba gratis?

—No —Rio y retomo mi caminata alejándome.

Si voy a estar con una chica, tiene que ser por interés propio y no porque me pagan para ello.

Llego hasta la fraternidad de Chad y me sorprende que cuando voy a tocar para entrar, la puerta se abre y la que reconozco cómo la compañera de piso de Dakota está saliendo. Sus ojos se abren con conmoción, luego reconocimiento y por último parece ansiosa. Toquetea su cabello y baja la vista al suelo, pasa cómo si temiera de tan siquiera respirar el mismo aire que yo.

Creo recordar que ella es introvertida, no suele relacionarse con las personas y da la impresión de que podría sufrir de ansiedad social o algo relacionado a ello.

—Hola, Avery —saludo y ella alza la vista, palidece y cuando lleva una mano a su cabello, tiembla un poco.

—Hola —murmura.

— ¿Te encontrarás con Dakota?

—No —susurra y apenas alcanzo a escucharla—. Ten buen día.

Y prácticamente corre para alejarse de mí.

La observo alejarse, aturdido por lo gravedad de su problema social. Pobre chica.

—Es bastante retraída, me sorprende que viniera a mí para que la ayude a hablar con el presidente estudiantil de su escuela —Me giro hacia la voz de Chad, él sonríe—. Es bastante bonita, ¿verdad?

—Sí.

—Pero demasiado trabajo lidiar con lo que claramente es un problema —Sacude su cabeza—. ¿Me tienes lo que te pedí, Jagger?

—Sabes que siempre cumplo.

***

—Te estaba buscando.

Contradicciones (#1 El Negocio)Where stories live. Discover now