Ya no más (versión 2)

474 38 7
                                    

Otra versión muy diferente a la primera y narrado por otra persona.


Sé que me fui un día sin decir nada, quería ir y esperarte al hospital, para que cuando salieras pudiésemos ir a comer a tu restaurante favorito; le dije a mamá que no te dijera nada sobre mí... Con el pasar del tiempo esperé que siempre le creyeras o que al menos ya no le preguntarás más por mí, sé que para ella también fue triste el que me haya ido, pero deben entender que lo hice para ayudarlos.

Cuando me fui con el amigo de nuestro padre, me sentía fatal pues no quería irme y simplemente ya no volverlos a ver. Batalle mucho estando lejos y era demasiado cerrado a las personas, en ocasiones creía que había tomado una decisión demasiado apresurada y que debí ayudarlos estando cerca, pero simplemente no podíamos con todos los gastos.

Con el tiempo, conocí a dos personas que poco tiempo después de habernos conocido hicimos un grupo de nombre Trigger, si bien era difícil adaptarse ya que al igual que tu yo tampoco puedo esforzarme demasiado. Siempre cantaba para ti cuando te sentías mal, pero cuando cante frente a muchas personas debo decir que sentía miedo; pero debía dar lo mejor de mí para ayudarlos. Poco a poco fui mejorando mi condición física y mi carácter también fue cambiando, las entrevistas y salidas en programas no tardaron en llegar, Gaku era demasiado estricto conmigo en un principio ya que no me gustaba ser el centro de atención, pero él decía que con eso podíamos atraer a más fans; por otro lado Ryu siempre estaba al pendiente de mí por si necesitaba algún descanso para no sobre esforzarme.

No podría decirte cuan nervioso me puse al verte en la televisión cuando diste un concierto, yo ya sabía que tenías una voz que llamaba la atención de la gente, pero el verte ahí, cantando bajo la lluvia y luego que se haya ido la energía, creí que no sabrían que hacer, pero todo tu grupo hizo un pequeño espectáculo para que las personas no tuvieran miedo.

A los pocos meses nos volvimos a ver en un programa donde ambos estábamos de invitados con nuestros respectivos grupos; tuve que presentarme con el otro apellido cuando tú me llamaste, todo tu grupo se presentó al igual que el mío, no podía verte a la cara ya sabía que aunque trajeras una sonrisa debías estar aguantando las ganas de llorar así como yo lo estaba haciendo, te conozco tan bien que sabía que si volteaba a verte mi mascara que tanto tiempo he traído se caería; antes de salir por completo pude escucharte llorar, Gaku y Ryu me vieron extrañados al ver mi cara triste, más no quisieron preguntarme el porqué.

Ese día recordé que faltaba poco para el aniversario de la muerte de mamá, no lo supe hasta unos meses después, Gaku y Ryu me vieron en mi peor faceta, no podía dejar de culparme; quería irme de ahí y regresar contigo y el abuelo, pues Kujo-san me dijo que él te había dado asilo, pero ambos me daban ánimos y me decían que no debía rendirme.

Un día me había topado con un integrante de tu grupo, si no mal recordaba se llama Osaka Sogo, platicamos un poco sobre algunos temas y antes de que se fuera le pedí que te diera un mensaje, espero lo entiendas Riku pero todo lo hice para ayudarlos.

Me sorprendiste cuando tratabas de no llamarme Tenn-nii, sin embargo cuando te emocionabas lo hacías sin querer, eso me causaba gracia ya que por lo visto aún no podías quitarte el hábito de hacerlo. Había ocasiones en las cuales no sabíamos de qué hablar y sin más tú te ibas, eso me tomaba desprevenido, llegué a pensar en ocasiones que era porque no querías quedarte solo conmigo.

No pasó mucho tiempo cuando comenzaste a tratarnos a todos de manera profesional o al menos eso decían casi todos cuando estábamos en programas juntos; si me entristeció cuando solo me decías Kujo-san, pero era lo mismo cuando yo te llamaba Nanase-san.

Supongo que me odias por haberlos dejado solos... lo siento Riku.

Salí a pasear un poco para distraerme y despejar mi mente, tenía muchas cosas en la mente y no dejaba de distraerme cuando ensayábamos en el estudio, sin querer comencé a caminar al parque que íbamos de niños, pero al llegar te vi balanceándote en uno de los columpios y al escuchar mis pasos me viste.

– Hola.- fue lo primero que te dije.

– Hola.

¿Qué haces fuera? Puedes resfriarte y más con este clima.- no pude evitar preocuparme, hacia demasiado frio y él era más delicado en esa temporada de clima.

– No te preocupes, estoy lo suficientemente abrigado; ¿qué hay de ti?

– Quería estar solo un tiempo y sin querer he terminado aquí.- en parte era cierto lo que decía.

– Supongo que las costumbres no se pueden quitar tan rápido.

–...

No sabía que decir ya que en parte era cierto, cuando estaba molesto o confuso siempre me alejaba de mi madre y de ti para no llegar a desquitarme; reaccione cuando vi que te acercabas a mí y para mi sorpresa, me abrazabas.

– Lo siento.- te lo decía por todo lo que habías pasado.

– No te culpo de nada, yo tuve la culpa por no haberme dado cuenta antes.- me dijiste abrazándome más fuerte y yo te correspondía.

Nos quedamos así un tiempo hasta que ambos nos tranquilizamos y nos soltamos, podía ver tu cara triste, suponía que era por todo lo que paso tiempo atrás; sin embargo ya no podíamos dar marcha atrás.

– Tengo que irme, si no regreso los chicos se preocuparan.- te dije mientras nos separábamos y comenzaba a irme.

– Adiós... Tenn-nii.- escuche que decías. – Está será la última vez que te diga así ya que ya no puedo decírtelo más.

Lagrimas caían de mis ojos, al voltear vi cómo te ibas alejando del parque. – Adiós... tal vez nuestro lazo ya no es el mismo, pero siempre te cuidaré y te querré aunque ya no pueda decirte más hermano.


Sabemos que la familia es muy importante;

habrá que hacer sacrificios para poder ayudarla,

si uno puede hacerlo de alguna forma, por más

difícil que sea la situación hará lo que sea por ella,

aunque eso signifique verlos a felices a lo lejos.

Ya no puedo decirte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora