Sector 0: El despertar (libro 1)

Capítulo 41: Reconciliaciones

Los días pasaban sin ningún cambio. Mi relación con Sussie era inexistente, básicamente nos evitábamos mutuamente y, cuando no era posible, aguantaba sus miradas de desaprobación sin decir nada. Por otro lado, Josh estaba cumplido su palabra y mantenía las distancias para dejarme espacio. Se lo agradecía porque necesitaba pensar, aunque esos pensamientos no me llevasen a ninguna parte. Las últimas semanas habían sido tan confusas que no conseguía aclarar nada. Sussie de la noche a la mañana me odiaba y Josh me había confesado que deseaba mantener una relación, algo que sabía a ciencia cierta que no iba a ser apreciado por su entorno. Mi interior se debatía entre lo que deseaba y lo que era correcto, porque aunque las palabras de Sussie fueron duras no estaban carentes de verdad. Una vez entrase en La Organización pasaría a formar parte del Sector 3, pero no por ello iba a ser una ventaja para Josh si decidía hacer pública nuestra relación. Por supuesto, todo esto dentro de su círculo social donde ya había descubierto, en la fiesta de Gregory, que era un círculo con mucho poder.

Y mientras mi interior sufría en ese campo de batalla entre el deseo y el deber, los días pasaban acercándose a la presentación.

Me ardían los pulmones y sentía los fuertes latidos del corazón en el pecho, aun así no disminuí el ritmo de la cinta. Correr me hacía sentir viva y me daba un pequeño respiro de mi guerra interior. Hoy se había perturbado después de encontrarme en el desayuno a Josh sentado frente a Tony hablando de —"hombre a hombre" como había dicho él— por qué debía volver hablar. Al verlo mi pecho volvió a contraerse recordándome porque le quería tanto y haciendo que la parte de mi conciencia que sabía que eso estaba mal diese un paso atrás. Cuando Josh había descubierto mi presencia me dedicó una de sus sonrisas, consciente de que su propósito para recuperarme no iba a ser difícil... o eso pensaba él hasta que entró Sussie y vio la escena. Entonces la culpabilidad me invadió ante la mirada de desprecio que me lanzó, haciendo que cogiera cualquier cosa para comer y me marchase de la cocina. Me dio la sensación que discutieron después, lo que me hizo sentir peor. Ahora sólo quería olvidarme de la mañana y concentrarme en mi respiración.

Bajé de la cinta y me sequé la cara con la toalla. Tenía tiempo para darme una ducha y pasar por la cocina para comer algo antes de la clase de tiro. Probablemente Sussie y Tony ya habrían comido y no tendría que enfrentarme de nuevo a su mirada de desdén. Lo único bueno era que Sussie sólo me despreciaba a mí, con Tony se llevaba bien. Tanto, que Tony la seguía a todos lados mientras ella hablaba sin parar. Eso me dejaba algo claro: Sussie no me odiaba por mi origen, me despreciaba por mi relación con su hermano. Ese sentimiento de aflicción volvió. Tenía que olvidarlo, sacudí un par de veces la cabeza antes de ponerme camino a la habitación. Cuando me giré me encontré frente a Sussie. Me quedé quieta de golpe mientras la observaba con cierta desconfianza.

—Hola —murmuró de forma tímida. No parecía enfadada, ni siquiera se veía odio ni desprecio en su bonito rostro, más bien era una mezcla de desafió y vergüenza.

—Hola —dije sin saber cómo reaccionar.

—Quería... —se calló de golpe para aclararse la garganta y apartó la vista a un lado—, disculparme por lo que te dije el otro día —comentó de corrido. Seguía con la cabeza vuelta mirando hacía otro lado. Me salió una sonrisa cansada. Probablemente Josh o Jake la habían obligado a disculparse.

—No hace falta que lo hagas —dije recogiendo la botella de agua y dirigiéndome a la puerta del gimnasio.

—¡Espera, Lena! —Al oír su tono angustiado me giré—. Lo siento de verdad. ¿Podríamos volver a ser amigas? —La miré sorprendida sin poder evitar tener un sentimiento de esperanza. Echaba mucho de menos a Sussie y su enfado había dejado un vacío en mi interior muy grande.