Primos en casa [Sin Editar]

Capítulo 33: Tres citas por una

[Maratón 1/3]

Veo a Nick de espaldas. La chica que está sentada a su derecha también lo está, por lo que ninguno de los dos me ve. La niña que viene con ambos está entretenida jugando en los columpios. El único que me ve es Brad. Kenna mira a Brad y ella termina volteando a mí. Lo veo que niega con la cabeza y sus manos.

Antes de que pueda llegar hasta él, con mis pasos pesados, siento que me toman por la cintura y me tapan la boca.

—No dejaré que cometas una tontería, prima —es Alex quien me lo dice en susurros.

Le digo que me suelte pero por tener la boca tapada, no se me entiende nada. Manoteo y pataleo pero la fuerza de Alex es más grande que la mía. Me lleva detrás de un árbol.

—Bien Amber, te soltaré y quitaré mi mano de tu boca si prometes no gritar ni ir hacia donde Nick, ¿de acuerdo?
—quedo en silencio—. Amber —alarga. Me siento tan incomoda estando así con él que no me queda de otra que aceptar.

Alex promete lo que dijo y me suelta poco a poco. Yo respiro inhalando y exhalando para tranquilizarme.

—¿Por qué me detuviste? Estaba a casi nada de llegar a él —mascullo.

—En primera: porque Brad está teniendo su primera cita, y no es justo que se la arruinemos con escándalos —dice—, segundo: debe de haber una buena razón por la que Nick esté con esa chica.

—¿Una buena razón? Te la diré yo: que Nick tiene novia y no me lo dijo. Sólo míralos, están tan felices.

Los dos volteamos a verlo. Como dije, Nick no deja de sonreír mientras la chica le hace platica. Eso hace que la sangre mi hierva por todo el cuerpo. Algo me saca de trance, es un flash de cámara. Arrastro la mirada para encontrarme con Alex apuntando su celular hacia mí.

—¿Qué? Es una foto de recuerdo, "el día en que Amber se puso celosa".

—Como sea. ¿Qué haremos con Nick? No puedo dejar que esté con esa... arpía
—escupo.

—Amber —pone sus manos en mis hombros—. No estamos para arruinar la cita de Nick, sino para salvar la de Brad. Que por cierto, ahora mismo debe estar preocupado.

Alex echa un vistazo hacia donde está Brad. Él no parece necesitar ayuda pero tampoco se ve que tenga la cita más divertida de su vida.

—Bueno, si no vas tú, iré yo con Nick
—salgo detrás del árbol donde estamos escondidos pero la mano de Alex vuelve a detenerme.

—¡Que no! No puedes ir a reclamarle o celarle sin ser algo.

—¡Auch! —toco mi corazón por fuera. Cierra sus ojos y se toca el puente de la nariz.

—No quise decirlo así —suelta un
suspiro—. Haremos esto: le diremos a Brad que se lleve más lejos a Kenna para que no nos vean, y luego pasamos desapercibidos enfrente de Nick y te sorprenderás al verlo.