Tony había visto a su esposo e hijos dos días antes con bolsas y bolsas de compras, con flores naranjas que no identificó, velas, manteles morados y blancos, papeles delgados coloridos con figuras que no alcanzó a ver...habían actuado extraño, más su hijo Chad que se la pasó tarareando canciones en español mientas hacia lazos con los papeles, sus hermanas se la pasaron cocinando platillos conocidos para él y Wade había estado haciendo un estante de madera de 4 niveles.
– ¿Tú que piensas? – Pepper miro a Tony, estaban en la empresa por una junto que ya había terminado – ¿Debo preocuparme? Dijo, son mis hijos y Wade...y son parecidos al tonto de su Padre...
– Digo que te calmes, sabes que cualquier cosa loca o mala que hagan no tarda en hacerla y ser descubiertos por ti.
– Sí...pero es raro.
– ¿Cuándo han sido normales ellos? – Tony acuchilló con la mirada a su amiga – sabes que es verdad.
– Hablas de mi esposo e hijos Pepper, sólo yo puedo decir lo raros que son.
– Verdad – Pepper asintió divertida – no creo que sea nada malo, quizás seas una sorpresa.
– Eso espero...no quiero volver a pagar los daños que son capaces de hacer.
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– ¿Crees que se de cuenta? – preguntó Chad a su hermana, que le ayudaba a colgar las guirnaldas en el techo – no somos muy discretos.
– No tiene idea, sólo que estamos haciendo algo que posiblemente dañe a segundos – los ojos avellana de su hermana brillaron divertidos – se llevara una sorpresa.
– Maria tiene razón – Antonette apoyo a su hermana – seguro que llorará por la sorpresa, Padre dijo que es un gran detalle.
Chad sonrió asintiendo hacia sus hermanas, ambas rubias continuaron alisando los manteles y acarreando todo lo que habían comprado.
– Toni cuidado – Wade corrió hacia su hija menor, que trataba de acomodar un cuadro en el escalón más alto – te pasa algo y a mi me matan.
Toni rió, dejando que su Padre tomara el cuadro y lo dejara en el lugar correspondiente.
– ¿Quién te enseño esta tradición Padre?
– Una señora que vende flores de cempasúchil cada 1 y 2 de Noviembre por Chicago – explicó – tuvimos una larga plática porque quería comprarles esas flores a una chica que me gustaba antes...y después quería comprárselas cuándo huyo con mi dinero.
– Tan romántico como siempre – se burló Chad pasando con la escalera – ¿Fuiste hasta allá por las flores?
– No había tiempo, las pedí en una florería con anticipación.
– Se ven hermosas y seguro que a la Abuela Maria le gustan...Papá dijo que amaba las flores – Wade sonrió por lo que dijo Maria, recordando lo mucho que su amado Antonio hablaba de sus Padres – también la comida, pase rato cocinando.
– Todo muy bonito, pero tenemos 1 hora antes que llegue Papá, apúrense.
– Chad tiene razón, vamos, Antonio amará el altar.
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Demasiado silencioso...era mucha tranquilidad en su casa y eso no era nada bueno, su esposo e hijos eran muy ruidosos, y sólo cuándo estaban tan silenciosos no era nada bueno para nadie...
– Viernes...¿Dónde están?
– En la sala Señor – le respondió la AI – tienen una sorpresa para usted.
Bien, están cerca, pero con temor de ver lo posible destrucción de la sala...mientras más se acerca, olía un aroma y una pequeña neblina que desaparecía.
– ¿Wade...Chad, Antonette, Maria? – las luces estaban apagadas, sólo pequeñas luces de veían en la sala formando un camino – ¿Qu-
Se quedó en su lugar, delante de él había un altar, velas y pétalos de flor naranja a su alrededor formando un camino, sus platillos favoritos, flores, copas de vinos llenas, agua en una garra de cristal, muchas cosas que él sabía de quiénes eran sus favoritas...se llevó una mano a la boca y sus ojos se cristalizaron al contener las lágrimas, en el estante más alto y en medio de todo, descansa una foto de sus Padres, Howard y Maria Stark relucían en un cuadro lleno de flores naranjas y amarillas...y en el segundo escalón con dos velas al cada extremo del cuadro, la foto de Jarvis brillaba reluciente, igual que siempre y como lo recordaba.
– Esto es lo que estuvimos haciendo durante 3 días – se volteó al escuchar la voz de su esposo, sus hijos y Wade le sonrían con amor e ilusión – es una tradición Mexicana que me enseñaron y Chad, Maria y Toni aprendieron más en su clase de español.
– Quería honrar a nuestros Abuelos y al Abuelo Jarvis...también para que ellos estuvieran aquí con nosotros – continuo Chad – para que no se sientan olvidados y quizás así el Abuelo Howard y Jarvis acepten a Pad- ¡Auch! – se sobo el hombro por el golpe de su hermana Maria – cómo decía, para honrarlos.
– Ustedes... – Tony limpio las lágrimas, Maria corrió a abrazarlo – siempre me sorprende...vengan ustedes tres también – Wade, Chad y Toni no lo hicieron esperar, corrieron a abrazarlo igual que Maria – tengo al mejor esposo y los más maravillosos hijos del mundo...
Sólo sonrieron apretujando más a Tony, hoy era un día especial, un día para que recordar a las personas más importantes y especiales, hoy era el día para Howard, Maria y Jarvis, para que Tony siguiera contándoles más sobre ellos, para que sus hijos siempre los recuerden.
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Me inspire hoy por el altar que hicimos en mi club, aparte de ver el de mi familia, me gusta ver los altares que todos hacen, cada quien le da su toque especial.
