El mejor banco de la plaza
sigue estando entre dos árboles
y sigue haciéndome pensar en nosotros
no con melancolía ni rencor
me hace preguntarme si la persona sentada ahí (porque siempre hay alguien, la gebte no es tarada, sabe que es el mejor banco)
estará enamorada.
City Bell es tan horrible
no es ideal para sentarse a escribir poemas
pero bueno, a veces se presta
y me enferma un poco que me haga recordar momentos con vos
como leer a Ginsberg en el mejor banco de la plaza
o tomar helado
o llorar porque no me querías.
Igual mejor
así hoy puedo escribir sin resentimiento
y sin esperar que te guste mi poema.