Antídoto Para Un Corazón Roto.

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***

Hace mas de 300 años atras.

una secuencia de pasos lentos se dejaban escuchar por el templo de Layna, los guardias del lugar seguían finitamente a aquella mujer que atravesaba su fortaleza sin problema alguno, pero la diosa se veía disgustada por su inquilina. Era incomodo pero ansiado el ambiente que podía respirarse en el lugar. Fue cuando esas pisadas llegaron ante la diosa que esperadamente la castaña fue rodeada.

— Lo diré solo una vez — anunció la gloriosa diosa blanca — Libra... abandona el templo, vaga entre los humanos que ya conoces y devuélveme lo que siempre me ha pertenecido — 

— ¿Qué tendré a cambio de ello? — retó el sereno aqua, dejando su confianza en manos de la mujer.

— Cualquier cosa que desees — 

"tan mística esa sensación de que todo se encuentra controlado a un a manos del famoso destino..."

***

★★☆☆☆☆☆☆☆☆

— te dije que tu deseo era incoherente y estúpido — sentenció Layna permitiendo que sus guardia azotaran y patearan los débiles cuerpos de sus "invitados" — ¿realmente pensaste que salvarías a todos?, niña SIEMPRE HAS ESTADO SOLA, incluso cuando en el universo solo fueron Ofiuco y tú — escupió observando desde su alto trono, como el puro blanco de su templo se teñía de carmin.

— No creo que debas...— intentó hablar el serpentario, impotente ante la imagen que la diosa le presentaba.

— Cobarde... — soltó el escorpión intentando vocalizar con las pocas fuerzas que quedaba en su fragil cuerpo humano — ella confió en ti y tu... solo te quedas ahi a verla... ahora entiendo porque tú... — un ultimo golpe en la cabeza del escarlata bastó para callarlo, generándole un efecto similar a un sincope*.

— Escorpio no es más que un juego, un idiota que solo espera a conocer el estúpido amor, quieras o no verlo así, él ha vivido muchos menos años que tú — soltó la diosa blanca con un aura tan oscura que su existencia era extrañada — ¿por qué piensas perder el tiempo en niñerías? —

La menor de ojos aqua no paraba de sonreír a pesar de la situación en la que se encontraba su físico, sus labios dejaban caer pequeñas gotas carmín y sus piernas temblaban intentando mantenerse firme y no caer a un lado del abatido físico verdoso de su "hermana".

— eres tan cínica que a pesar de que intento protegerte te burlas en mi cara de todas mis acciones a tu favor — una nueva marca se formó en la espalda del la chica tras el golpe de esos seres que "protegían" a su diosa.

— si tú conoces mejor a Escorpio, ¿por que me dejaste caer a aquellos mundos?, que según tu lengua está lleno de dolores y penas, pensando que él olvidaría todo tan rápido como tú a tus orígenes — soltó la menor palideciendo ante la mirada de quien aseguraba cuidarla en los momentos de peligro.

Su cuerpo se drenó de toda fuerza por el paso de los segundos. La fragilidad de un humano jamás se debe de oponer a la densa existencia de sus creadores, pero Libra era ignorante ante lo que conllevaba sus acciones, puesto que había tomado una decisión y no la haría arrepentirse, no lo hizo durante siglos, no lo hará por un instante.

— no tienes el minimo derecho de cuestionarme después de tantas comodidades que te he llegado a brindar desde el día en que Zeus se atrevió a brindarte la gema robada que formó Hestia — las palabras eran escupidas de sus labios totalmente empapados de un odio irracional que denigraba cada vez más a la joven frente a ella — te concederé el honor de dejar tu frágil cuerpo y pertenecer libremente a Hades, él sabe exactamente qué hacer contigo  — comentó mostrando el quebradizo anillo que habia arrebatado de Escorpio, después de haber terminado igual que Damara, derrumbado en el suelo sin fuerza alguna ni para abrir los ojos.

Bajo Cielos Humanos.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt