Capítulo V: Un rehén a cambio de otro rehén.

Comenzar desde el principio
                                    

Todo lo que hace es observarme antes de tomar el cuaderno de mis manos; abre las páginas y ríe. Puede entender por qué lo hace, es un absoluto desastre.

— ¿Qué clase de jeroglífico es esto? No entiendo ni siquiera dónde empieza.

—Yo menos —admito y eso lo hace sonreír—. Soy un total asco en esa clase incluso para copiar. ¿Cómo lo haces? Tienes al tipo en tu bolsillo. Te adora.

— ¿Qué puedo decirte? Soy encantador.

—No lo dudo —Ruedo mis ojos.

—Siempre se me ha dado fácil estudiar —Se encoge de hombros—, puedo entender perfectamente al profesor y si no lo hago, le sigo el ritmo a través de los libros.

—Nunca tomas apuntes.

—Alguien ha estado observándome.

—Solo es algo que noté.

—Tengo buena memoria, asocio todo lo que escucho con lo que observo. Puedo recordar cualquier clase si recuerdo el más mínimo detalle.

—Eso tiene que ser una gran ventaja —reflexiono y admito que tengo celos porque yo quisiera ser así de hábil para el estudio.

—No voy a quejarme sobre ello.

— ¿Por qué entras a mis clases?

—Me gusta el curso y estoy realizando un trabajo de investigación para conseguir créditos que me quiten carga de electivas. Me ayuda a refrescar la memoria y el profesor McCain es mi tutor, siempre es bueno ganar puntos extras ¿No?

—Supongo, pero jamás elegiría a ese verdugo para tutor.

—Para mí es todo un reto.

—Masoquismo también se le dice —Mi declaración lo hace sonreír y por algún motivo, eso me gusta.

—Ahora, bien, ¿Por dónde empezamos?

—Quizá por el tema siete que es donde empieza este examen final, no entendí absolutamente nada.

—Y al menos que descifremos tus anotaciones, mejor será guiarnos por el libro.

—Y tus súper conocimientos —agrego en broma.

Comienza con lo más sencillo y en un principio me cuesta entender, es paciente sobre ello y no parece exasperarse, de hecho luce imperturbable. Cuando comienzo a entender de a poco el primer tema, consigo una sonrisa que me distrae y por poco me hace perderme lo que dice, pero no quiero avergonzarme y necesito pasar este examen, por lo que me concentro en lo que explica. No es un gran avance el que hacemos, pero estoy mejor de lo que estaba esta mañana y tengo dos semanas para lograr aprender cuatro temas incluidos las prácticas. Tengo fe.

—Mañana será una hora de práctica, puedo traer el que fue mi examen en aquel momento para que practiques.

Asiento de manera distraída y lo observo. Jagger es tan enigmático, justo ahora es el chico bueno y gentil que me ayuda a estudiar para pasar mi curso.

» ¿Tienes el teléfono de tu hermana? —Me saca de mis ensoñaciones con su pregunta.

Y ahora es el chico del negocio que me ayuda a resolver un problema que no es mío. Son cambios rápidos, rasgos de su personalidad que logran confundirme.

—Ella me lo llevará en la tarde.

—Que no borre ningún mensaje.

—Se lo he advertido —Hago una mueca recogiendo mi libro y anotaciones—. Ella no sabe que te pedí ayuda y me gustaría que no lo supiera por el momento.

Contradicciones (#1 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora