Dejar ir

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Yo solía ser muy insistente en mis relaciones, mandaba mensajes constantes y les recordaba cuanto me importaban cada que tenía la oportunidad. Mi problema era que me aferraba tanto que, cuando se iban, dejaban un vacio enorme. Uno que yo intentaba llenar a base de suplicas. Error. Aprendí tantas cosas cuando las respuestas resultaron negativas, ante la hipocrecia y las mentiras. Luego una vez más aprendí que las promesas se rompian, que la gente cambiaba. Las opiniones del resto me importaban demasiado. Entonces decidí cambiar. Cansada de todo y todos, me porte firme, estableciendo una gran barrera que creí podría protegerme... esa tampoco era la respuesta, aunque funcionó de principio. Luego alguien me dijo algo que dificilmente olvidaré ''Un día tendrás la madurez para dejar ir, el amor propio como para no rogarle a nadie... al final quien se queda es porque quiere.'' Tambien me dijo que levantara la cabeza, que no tuviera miedo a expresarme y diera todo de mi... si después de eso alguien se marchaba, ya no quedaba en mi. ¿Saben? Con el tiempo se volvió sencillo. Personas con las que tuve problemas fuertes tuvieron más importancia que las que solamente se distanciaron con excusas vacias. Los que se decian mis mejores amigos desaparecieron de mi vida... completos extraños se convirtieron en mi familia y conocidos en amigos. Asi es la vida, no guardo rencor, de cualquier forma gracias por enseñarme que no todo es para siempre.

Lo que nunca dije...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora