Lo que nunca dije...

Pienso demasiado

Tomo aire. Suspiro largo, desde lo más profundo de mi ser y luego suelto el aire con una repentina impotencia. Escucho las voces, tanto las que estan a mi alrededor como las que reciden dentro de mi cabeza, torturandome. Alzo la mirada, es tan comun que me ponga asi y no diga nada ultimamente. Se ha vuelto una especie de rutina, una que no ayuda en absoluto. Las sonrisas son fugaces y de pronto me urge una distraccion. Una distraccion de mi misma. Por que yo misma soy mi peor enemigo. Arruinando mi propia felicidad y alejando a los que me importan. Solo es asi. Soy asi.
No he reflexionado sobre nada en particular. Es como tener demasiado que decir y a la vez un gran nudo en la garganta, bloqueandolo todo. Inclusive el más ligero sonido. Como si hubiese perdido mi voz, la capacidad de decir algo. Y cuando lo hago, es algo tan externo que me resulta extraño. Demasiado. Los tecleos aumentan. En un instante consigo deshacerme del ruido exterior, aunque es mejor que el interior. Escojo las palabras correctas, aunque ninguna pareciera serla, tantos escritos y no pareciera ser suficiente... aún. Por que aún no consigo deshacerme de esta mierda que me cargo. Y me cuesta desecharla tan solo asi. Por que me importa más de lo que deberia. Ese es mi problema. Pienso demasiado, siento demasiado. Y a pesar de ello no es suficiente. No puedo detenerlo. Es parte de mi. Mi maldicion y bendicion. Todo en uno solo. Mis momentos de paz son limitados en estos días, siempre corrompidos por algo del exterior recordandome la terrible persona en la que me he convertido. Cabeza abajo, ojos entre cerrados en un intento por no estallar en llanto. Me tiemblan los dedos, mis labios titilan. Y de nuevo estoy perdida.