FIN

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Debería dejarlo. Me prometí que el primero sería el último, pero siempre tuve problemas para cumplir las promesas que me hago a mi misma. Irónicamente (o quizás no tanto) soy la persona a quien menos respeto le tengo...Y debería parar.

Debería abandonar, dejar escapar ya esas malditas letras que se unen en mi cabeza, como todas las demás, en vez de encerrarlas. Debería escribirlas en el papel, en la última página de aquella vieja libreta, cerrando así por fin ese mal capítulo.

Y debería hacerlo...pero no puedo. Me prometí que solo te escribiría un poema más, solo uno, el de despedida. Me prometí que te diría adiós en la última de estas cartas sin remitente ni postal y que me olvidaría. Me juré con el meñique pasar página, me dije que no podía quedarme estancada, releyendo una y otra y otra vez la última frase de la hoja, como cuando muere tu personaje favorito y necesitas asimilarlo y comprobar que leíste bien. Y sé que debería parar...

Pero miráme, ya llevo 10 solo aquí, 100 en mi mente, y puede que mil en hojas abandonadas. Porque no puedo despedirme, me es imposible. Llevo ya tres años leyendo la última letra, y aun no asimilo que ya pasó. Pero es que, me da miedo tornar la página y no encontrar un " volvió a respirar" o peor aún, temo no encontrar más hojas, me atormenta leer un "FIN". Aunque, curiosamente, este es uno.

Entre La Pluma Y El HuesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora