Entre La Pluma Y El Hueso

Tu y yo

Nunca supe que pasaba entre tú y yo. Tú y yo éramos como aquello de lo que nos burlábamos; esas historias clichés de "Me gusta, le gusto, pero creo que no y por eso no le digo". Éramos de esos mejores amigos que parecen ser novios y mirarse a los ojos y parecer tener esas ganas de comernos a besos pero ninguno lo hace.
No lo hice yo porque te quemaría con algunas cenizas que guardan brasas. No lo hiciste tú porque nos despojarías de la poca cordura que nos mantenía con vida. No lo hicimos porque no era suficiente deseo, tan sólo cariño confundido con anhelo y no amor. Porque yo nunca sentí y tú ya no puedes hacerlo.

No nos lanzamos porque, así, todo estaba "bien", porque había "alguien más". Tú tenías otro ángel, me lo mostraste cuando te la llevaste de la mano y os vi volando cuando llegó el momento de volver al cielo. Yo tengo un demonio que me arrastra con demasiada fuerza hacia la carretera, dirección: Cualquier Infierno. 

A veces sueño que te despojas de tus alas y se las regalas a él para que me cuide por ti, pero eso no tiene sentido, porque ni siquiera sé quien de los dos nos puso las esposas y mis muñecas ya duelen de tirar en dirección contraria.

En cualquier caso, ya nada importa. Todo parece mínimo,  insignificante, inútil; un minuto, una hora, un mes... duran lo mismo y lo veo todo al revés. Sólo te pido que bajes una vez más, sólo una más. Te prometo que siempre será la penúltima.