no quiero que seas mujer

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-de hecho eso hago.-

-tienes dos manos hazlo tú mismo-abro la boca para contraatacar pero este se dirige hacia el asiento del conductor...no me queda de otra, cuando termino entro sudada al asiento del copiloto

-si tardaste- dijo mi compañero homofóbico de brazos cruzados y mirada aburrida-y estas sudado jejeje ni que alzaras pesas- me sonroje y luego me enojo

-sí, burlarte todo lo que quieras pero al menos no me diga ni mismo ni sudado suena feo además tu debiste hacerlo

-pero como quieres que te diga-pone en marcha el carro- misma y sudada y tratarte como una mujer siento tener que darte lecciones de castellano pero se dice así para dirigirse al género femenino ósea una mujer y tú no eres nada de eso así que por que tratarte por algo que no eres - iba a responder pero me interrumpe...es que no sabe de modales

-si vamos a vivir en el mismo techo, tengo que poner algunas reglas.....-espero para que respondiera lo cual no lo hice- primero, tienes que mantener tus cosas en tu cuarto no quiero verlas en otras partes que no sea tu cuarto

-ni hemos llegado...-me ignoro y continuo

-segundo: no quiero que me ensucies la cocina tercero: tendremos turno con la limpieza lo cual va de la siguiente forma...yo los lunes y tú... el resto...-

-pero no es justo-

-cuarto: no quiero que traigas tus....aventura en mi casa ten entendido que hay hoteles-me hierve la sangre me tengo que contener, no tengo techo..... tengo que aguantármelo tranquila tranquila

-¿quinto?

- prestas atención bien, quinto: tu toque de queda espira a las 8:00 pm si llegas tarde te quedas afuera... ya llegamos –alzó la mirada y veo a una casa de dos pisos con terraza color caqui es bellísima y mejor por dentro mueblada piso de terracota arriba hay 3 habitaciones una es su habitación no entro, la otra esta serrada y la tercera es la mía es muy bella con una cama matrimonial un espejo una computadora una peinadora y un escaparate paredes azules que bello no me termino de acomodar cuando el homofóbico me llama

-ángel cuando te cambies ven a cocinar y quítate esa ridícula ropa–que cree que soy su sirvienta

Me pongo unos chores que me llegan a las rodillas y una camisa, ahora me veo poco femenina, solo aguanta esto recuerda es por el cuarto no tendrás que pagar pero a qué precio. Me dirijo a la cocina es grande y en el mesón estaba el homofóbico, a propósito ni le pregunte su nombre, el me mira de reojo, me siento desnudo ante su mirada con esos ojos azules oscuro